Las personas que viven con diabetes tienen que prestar especial atención en su consumo de azúcar. De manera específica los expertos en salud, recomiendan ser muy cautelosos con la ingesta de bebidas azucaradas como es el caso de refrescos, jugos y bebidas deportivas. Por fortuna no todo está perdido y existen magníficas alternativas naturales que son amigables con la dieta diabética, entre las principales opciones se encuentra una amplia gama de tés herbales que aportan un gran sabor y no aumentan los niveles de azúcar en sangre. Lo mejor de todo es que se asocian con otras propiedades medicinales y son inmensamente versátiles.
SurFlorida / Diario de NY
No existen dudas, el té es una excelente opción para las personas con diabetes; se trata de una bebida libre de carbohidratos que proporciona hidratación y poderosos antioxidantes. A estas alturas todos sabemos que los antioxidantes son compuestos que protegen la salud, en principio porque ayudan a combatir a los radicales libres que son sustancias químicas que pueden dañar las células y el material genético. De acuerdo con información liberada por Clínica Mayo, cuando hay demasiados radicales libres en el cuerpo; se produce estrés oxidativo. Este proceso contribuye estrechamente en la aparición de enfermedades como la diabetes tipo 2, hipertensión, obesidad, ciertos tipos de cáncer y las enfermedades cardíacas.
De manera concreta, se ha demostrado que el té ofrece ventajas para las personas que viven con diabetes tipo 2. Tal es el caso de un metaanálisis del té y sus efectos sobre el riesgo de desarrollar diabetes, el cual concluyó que beber tres o más tazas de té al día se relaciona con un menor riesgo de diabetes. Con base en ello nos dimos a la tarea de investigar sobre los mejores tipos de tés para prevenir y controlar la enfermedad, brillan por sus propiedades hipoglucemiantes, antioxidantes y antiinflamatorias.
1. Té verde: Beneficia la pérdida de peso
El té verde es considerado la bebida más saludable del planeta, así que siempre será un acierto incluirlo en la rutina diaria. Es un magnífico estimulante natural que ayuda a combatir los signos de fatiga asociados con la diabetes, una taza contiene 28 mg de cafeína y poderosos antioxidantes que se asocian con numerosas propiedades medicinales. Una revisión de estudios reciente, comprobó que el té verde y el extracto de té verde pueden ayudar a reducir los niveles de glucosa en sangre, además es un gran aliado natural en la prevención de la diabetes tipo 2 y la obesidad. Dentro de los datos más relevantes de la revisión, se encontró un estudio en el cual se comprobó que las personas que bebían té verde habitualmente durante más de 10 años tenían menos grasa corporal y una circunferencia de cintura más pequeña que las que no lo hacían. Es bien sabido, que la obesidad es un contundente factor de riesgo para la diabetes, de hecho de acuerdo con un estudio publicado en abril de 2020 en la revista Diabetologia lo incrementa hasta 6 veces. La ciencia ha demostrado que el té verde puede desempeñar un papel en la prevención de la diabetes, gracias a su contenido en un potente compuesto llamado galato de epigalocatequina (EGCG). Esta sustancia tiene el poder de aumentar la absorción de glucosa en las células musculares. Lo mejor de todo, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA): una taza de té verde tiene 0 carbohidratos, 0 gramos (g) de azúcar y solo 2.4 calorías.
2. Té negro: Reduce la resistencia a la insulina
Lo primero que es necesario mencionar, es que el té negro proviene de la misma planta que el té verde, por lo que sus beneficios en el control de la diabetes son los mismos. A pesar de ser la misma planta, la diferencia radica en que se utilizan diferentes métodos de procesamiento. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Antioxidants, muestran que beber té negro, verde u oolong puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes o complicaciones de la diabetes. Además, de manera específica los investigadores sugieren que el té negro tiene la virtud de mejorar la resistencia a la insulina, desempeñando un papel similar a la insulina y aliviando la respuesta inflamatoria. Lo mejor de todo es que se trata de una bebida que aporta otros beneficios en el control de la diabetes, se ha descubierto que puede reducir la absorción de carbohidratos y, por lo tanto, mejorar el control de la glucosa en sangre. Otro estudio sobre el té negro publicado en la revista Molecules, encontró que es un gran aliado para bajar de peso, uno de los aspectos más importantes en el control de la enfermedad.
3. Té de manzanilla: Mejora la calidad del sueño
Aunque no lo creas, una noche de insomnio es lo último que necesita una persona con diabetes. Según los CDC, una sola noche de mal sueño podría hacer que el cuerpo produzca insulina de manera menos efectiva, lo que podría elevar significativamente los niveles de azúcar en la sangre. La buena noticia es que beber té de manzanilla es una solución muy efectiva, es una de las variantes de té herbal más recomendadas para mejorar la calidad del sueño y disminuir los trastornos típicos como el insomnio. La razón principal es que no contiene cafeína, además se relaciona con magníficas propiedades calmantes y ansiolíticas. Además, debido a que la diabetes se considera un estado inflamatorio, se ha comprobado que además de seguir una alimentación natural y equilibrada, un sueño de calidad es un aspecto fundamental para reducir la inflamación. También, la ciencia ha comprobado que el té de manzanilla se asocia con una mejor sensibilidad a la insulina, manejo de la glucosa y es de gran ayuda para reducir el estrés oxidativo en el cuerpo. Según los hallazgos de un estudio publicado en Trends in General Practice en 2018, los participantes con diabetes tipo 2 que consumieron té de manzanilla tres veces al día(después de cada comida) durante ocho semanas, demostraron beneficios sólidos tanto en la resistencia a la insulina como en los marcadores inflamatorios.
4. Té de jengibre: Disminuye la glucosa en sangre
A estas alturas todos sabemos sobre el inmenso potencial medicinal del jengibre, es una de las especias más poderosas de la naturaleza. Se asocia congrandes propiedades curativas que se relacionan con el gingerol, su compuesto activo que brilla por su contenido en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Se cuenta con un estudio, en el que se sugiere que la suplementación con raíz de jengibre (en su forma más potente que es el té), redujo los niveles de glucosa en sangre en ayunas en personas con diabetes tipo 2, así como la A1C. Otra revisión publicada en Journal of Complementary and Integrative Medicine observó que las personas con diabetes (que no tomaban insulina) que consumieron suplementos de jengibre durante tres meses mejoraron su control glucémico. El jengibre puede afectar el control glucémico en el cuerpo al inhibir las enzimas que están involucradas en el proceso de metabolismo de los carbohidratos, así como al aumentar la sensibilidad a la insulina.