La magnitud del accidente del Costa Concordia, que afectó a más de 4.000 personas, generó temores inusuales de crisis en el mundo de los cruceros. Pero dos meses después de la pesadilla, en la industria no están preocupados por el futuro.
Así quedó claro esta semana en Miami, donde representantes del gremio provenientes de más de cien países se reunieron para discutir los retos que surgen de lo ocurrido en enero frente a las costas de Italia.
“Tenemos todas las razones para mirar hacia el futuro con la confianza de que los cruceros seguirán siendo una industria vibrante”, dijo Howard Frank, el director de operaciones de Carnival Corporation, en un encuentro con sus colegas al que tuvo acceso BBC Mundo.
“El incidente del Concordia enfocó muchas miradas en la industria y la mayoría de esa atención ha sido negativa”, continuó el ejecutivo de Carnival, a la que pertenence Costa Cruceros, operador del Costa Concordia.
“Ya hemos afrontado reveses similares en el pasado y en cada caso hemos demostrado una capacidad de recuperación sorprendente”.
Efectos negativos
La industria en cifras
- En las últimas dos décadas la industria experimentó crecimiento anual de 7,4% en números de pasajeros.
- Cada pasajero genera un promedio de US$240 al día.
- Además, los pasajeros y la tripulación gastan unos US$15.500 millones en todos los puertos del mundo.
- En 2012 serán presentados 14 nuevos cruceros y 17.984 literas.
- Para 2015, se espera que 22,3 millones de pasajeros viajen en crucero.
- Según Christine Duffy, entre 2002 y el accidente del Concordia hubo 28 muertes en cruceros relacionadas con urgencias operativas. Murieron 22 tripulantes y 6 pasajeros.
Pero aunque el gremio elogia sus propias capacidades a futuro, también aclara que el accidente tuvo un impacto evidente.
No sólo ocurrió en plena temporada alta de reservas, sino que además se dio en un año en que se conmemora el centenario del accidente marítimo más famoso de todos, el del Titanic.
Y para colmo de males, ocurrió poco antes de que otro barco de la misma empresa, el Costa Allegra, se quedara sin electricidad a causa de un incendio cuando navegaba en el Océano Índico.
No es de extrañar, entonces, que se registraran efectos negativos.
Hace menos de una semana, Carnival informó que en el primer trimestre del año perdió US$139 millones y que sus ganancias podrían reducirse un 82% a causa del naufragio.
Esta noticia no sólo afecta a la compañía sino a la industria, pues Carnival es dueña de 11 líneas de cruceros, controla casi la mitad del mercado global y es el operador de cruceros más grande del mundo.
Las reservas también se han visto afectadas y ya se predice que la demanda podría permanecer débil hasta 2013.
“Hubo una caída sustancial en las reservas inmediatamente después del accidente, así que éste sí tuvo un impacto”, le dijo a BBC Mundo Samir Bendriss, quien analiza el desempeño de la industria para la empresa Pareto Securities, de Noruega.
“Parte de esa caída fue por las preocupaciones de los pasajeros y parte porque viajeros potenciales estaban indecisos a la espera de descuentos”.
“Saludable”
Esos números negativos contrastan con los argumentos que salieron a relucir durante la reunión del gremio en Miami.
Christine Duffy, presidenta de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero, que representa 26 operadores en América del Norte, resaltó que si bien “ninguna muerte es aceptable”, los incidentes marítimos son “muy raros”.
“Los cruceros son una de las formas más seguras de recreación y viaje de placer en el mundo”.
Agrega que la industria ha tenido una “historia sorprendente de crecimiento”: desde 2000, el número de pasajeros en barcos registrados en la asociación se incrementó en 125%, de 7,2 millones a 16,3 millones el año pasado.
Y explica que para completar el buen momento, este año se presentarán 14 nuevos barcos y casi 18.000 literas.
“La industria está muy saludable”, le dijo a BBC Mundo Tony Peisley, quien escribió un análisis mundial sobre la actualidad de los cruceros.
“En el gremio son un poco complacientes”, agrega. “Esto es probablemente una ligera llamada de atención y seguramente habrá algunos cambios menores”.
“Pero en un año, asumiendo que no habrá más accidentes, las personas no estarán hablando del accidente y estarán viajando en los cruceros”.
“Nadie estará preocupado”. (BBC Mundo)