Actualmente uno de los temas más candentes en los campos de nutrición y salud, es el consumo de azúcar. A estas alturas todos somos conscientes sobre los devastadores efectos relacionados con una ingesta excesiva de azúcar y alimentos procesados, es uno de los principales detonantes de diversas enfermedades crónicas. Lo cierto es que no todos los tipos de azúcar son iguales, hoy en día una de las comparaciones más recurrentes gira entorno a la fructosa y glucosa. Lo cual ha despertado numerosos cuestionamientos sobre sus efectos en la salud, sobre todo en el peso corporal ya que es un hábito que se asocia directamente con la obesidad.
SurFlorida / El Diario de NY
Las diferencias entre la glucosa y la fructosa:
Es un hecho que existen diversas diferencias estructurales entre la glucosa y fructosa, las cuales hacen que sus rutas metabólicas difieran entre sí. Estos aspectos hacen que su impacto sobre el organismo también sea diferente, por supuesto uno de los cuestionamientos más relevantes se enfoca en sus efectos sobre el peso corporal.
La fructosa es el azúcar con mayor poder edulcorante. Paradójicamente, su capacidad para elevar la glucosa de la sangre es muy inferior a la de la glucosa. De hecho, su índice glucémico está clasificado como bajo. A diferencia de la glucosa, es fácil encontrarla de forma libre para su uso doméstico y actualmente es el endulcorante más utilizado en la industria alimentaria por su bajo costo y su máximo dulzor.
La fructosa se popularizó como endulcorante en 1960 como consecuencia de su bajo costo, a la par salieron a la luz algunas investigaciones que además comprobaban su bajo índice glucémico. En los alimentos naturales la encontramos fundamentalmente en la fruta, sin embargo las cosas cambian cuando se integra en alimentos altamente procesados.
Mientras que la glucosa, es el más simple de los carbohidratos, lo que lo hace un monosacárido. Esto significa que tiene un azúcar. Junto con la grasa, la glucosa es una de las fuentes de combustible preferidas del cuerpo en forma de carbohidratos. Es un tipo de azúcar que los humanos obtienen a través del consumo de productos como las frutas, vegetales, el pan y los lácteos. Aunque la glucosa es una fuente indispensable de energía, es mejor consumirla de manera moderada. Es importante mencionar que los niveles alterados y fuera de rango, se asocian con efectos permanentes y graves para la salud.
¿Cómo se procesan en el organismo?
La glucosa llega a todas las células del organismo a través de transportadores específicos (destacando, GLUT2, GLUT3 y GLUT4). Esto quiere decir que todas las células del organismo utilizan la glucosa como combustible energético principal. Sin embargo, la fructosa utiliza transportadores GLUT5 y únicamente puede formar glucógeno hepático y ácidos grasos. Es decir, sólo es absorbida por hepatocitos y adipocitos. Esto se traduce en una menor oportunidad de uso y una mayor tendencia a la acumulación de grasa corporal.