23 de diciembre de 2024 1:15 AM

Un futuro papá, entre soldados de EEUU muertos en Afganistán

Un joven que pronto iba a ser padre y deseaba enseñar historia algún día. Otro hombre siempre quiso ser soldado. Otro planeaba ser policía cuando terminara su servicio. Dos de ellos tenían apellidos hispanos y figuraban entre los 13 efectivos de Estados Unidos que murieron junto con más de 160 afganos en el ataque con explosivos perpetrado por agresores suicidas en el aeropuerto de Kabul, en Afganistán.

Sur Florida / apnews

Detalles desgarradores comenzaron a surgir el viernes sobre los 11 infantes de Marina, un marinero de la Armada y un soldado del Ejército que perdieron la vida. Otros 18 militares estadounidenses resultaron heridos en el ataque del jueves, atribuido a una célula del grupo Estado Islámico en Afganistán.

Estados Unidos informó que fue el día más letal para sus fuerzas armadas en Afganistán desde 2011. La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden buscaría la ocasión para homenajear a los efectivos que perdieron la vida.

Aquí algunos detalles de las víctimas:

DAVID LEE ESPINOZA, 20 años

El cabo primero David Lee Espinoza, un marine de Laredo, Texas, se alistó en el ejército después de la escuela secundaria, y su madre lo recuerda como un héroe.

“Era lo suficientemente valiente como para ir a hacer lo que quería y ayudar a la gente. Eso es lo que era, era simplemente perfecto”, dijo su madre, Elizabeth Holguin, al Laredo Morning Times.

La muerte del cabo fue confirmada previamente por el representante federal Henry Cuellar. La secretaria de prensa del legislador, Dana Youngentob, precisó que representantes del Pentágono visitaron la oficina de Cuellar en Washington para informarle de la muerte de Espinoza. La oficina de Cuellar también recibió un aviso oficial del fallecimiento de parte del Pentágono.

En un comunicado, Cuellar dijo que Espinoza “encarna los valores de Estados Unidos: determinación, dedicación, servicio y valor. Cuando se unió al ejército después de la secundaria lo hizo con el propósito de proteger a nuestra nación y demostrar sus actos desinteresados de servicio”.

“Los valientes nunca mueren. El señor Espinoza es un héroe”, añadió.

HUNTER LOPEZ, 22 AÑOS

Hunter Lopez, cuyos padres trabajan en el Departamento de Policía del Condado Riverside, en el sur de California, fue parte del programa de exploradores de la policía durante tres años antes de unirse al Cuerpo de Infantería de Marina en septiembre de 2017, dijo el sheriff Chad Bianco.

Bianco dijo que Lopez planeaba seguir los pasos de sus padres y convertirse en alguacil del condado Riverside después de su despliegue.

RYLEE MCCOLLUM, 20 años

Rylee McCollum, infante de Marina, originario de Bondurant, Wyoming, estaba casado, y su esposa espera un bebé para dentro de tres semanas, dijo su hermana Cheyenne McCollum a The Associated Press.

“Estaba muy emocionado de que iba a ser papá, e iba a ser un gran papá”, dijo McCollum. “Ya era un infante de Marina desde antes de que supiera que lo dejarían ser infante de Marina… Solía andar con su rifle de juguete y ponerse las botas para nieve de su hermana, y jugaba a que andaba cazando o era marine”.

McCollum dijo que su hermano quería ser maestro de historia y entrenador de lucha cuando concluyera su servicio.

Otra hermana, Roice McColllum, dijo al periódico Casper Star Tribune, que su hermano cumplía su primer despliegue cuando comenzó la evacuación en Afganistán.

“Queremos asegurarnos de que la gente sepa que estos son los muchachos que se están sacrificando, que él tiene una familia que lo ama y una esposa que lo ama y un bebé al que nunca conocerá”, añadió Cheyenne McCollum.

JARED SCHMITZ, 20 años

El cabo segundo Jared Schmitz creció en el área metropolitana de San Luis y estaba entre un grupo de marines que fueron enviados de vuelta a Afganistán para ayudar con las tareas de evacuación, dijo su padre, Mark Schmitz, a KMOX Radio.

Mark Schmitz dijo que su hijo siempre quiso ser marine. Se enteró de la muerte de Jared cuando los infantes de Marina llegaron a su casa en Wentzville, Missouri, a las 2:40 de la mañana del viernes.

“Esto era algo que él quiso hacer, jamás vi a un joven que entrenara tan duro como él para ser el mejor soldado que pudiera ser”, declaró Schmitz sobre su hijo. “Su vida tenía mucho más significado. Estoy increíblemente devastado de que no podré ver al hombre en el que se estaba convirtiendo”.

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La periodista de The Associated Press Darlene Superville, en Washington, D.C., contribuyó a este despacho.

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