23 de diciembre de 2024 2:02 AM

Incendio forestal amenaza a miles de viviendas en California

Después de cuatro años sin hogar, Kesia Studebaker creyó que por fin se recuperaba de nuevo al haber encontrado un empleo de cocinera en una cafetería y mudarse a una casa en la pequeña comunidad de Greenville.

Sur Florida / AP

Estuvo alquilando durante tres meses y confiaba en que la estabilidad la ayudaría a recuperar la custodia de su hija de 14 años. Pero en una sola noche, un incendio intenso arrasó con la localidad montañesa y “se llevó todo”, lamentó la mujer.

Atizado por los fuertes vientos y vegetación seca, el incendio forestal Dixie se extendió hasta convertirse en el de mayor tamaño en la historia del estado. La gente que vive en los bosques panorámicos del norte de California enfrenta un fin de semana de miedo ante el temor de que el incendio reduzca miles de viviendas en cenizas.

“Sabíamos que no tendríamos lluvias suficientes y que los incendios podrían ocurrir, pero no esperábamos un monstruo como éste”, señaló Studebaker el sábado.

El fuego incineró gran parte de Greenville el miércoles y jueves, destruyendo 370 viviendas y estructuras y amenazando a casi 14.000 inmuebles en el norte de la sierra Nevada. Las llamas habían abarcado un área más grande que la ciudad de Nueva York.

El incendio Dixie, que recibió el nombre del camino donde inició, ahora cubre un área de 1.807 kilómetros cuadrados (698 millas cuadradas) y estaba contenido apenas en un 21%.

Cuatro bomberos fueron trasladados al hospital el viernes tras ser golpeados por una rama que cayó. Más de 20 personas estaban desaparecidas según las denuncias iniciales, aunque para el sábado en la tarde las autoridades habían contactado a todas ellas excepto cinco.

Las autoridades investigan la causa del incendio. La compañía Pacific Gas & Electric indicó que el fuego quizá inició cuando la caída de un árbol afectó una de sus líneas de energía. Un juez federal ordenó el viernes a PG&E facilitar detalles sobre el equipo y la vegetación donde comenzó el incendio para el 16 de agosto.

El clima más fresco por la noche y una mayor humedad lentificaron la propagación del fuego; el termómetro se ubicó en 32 grados Celsius (90 Fahrenheit) en lugar de las temperaturas altas registradas a principios de la semana.

Sin embargo, el incendio y los fuegos circunvecinos, ubicados a cientos de kilómetros (millas) unos de otros, representaban una amenaza de momento.

Studebaker había buscado refugiarse en un centro de evacuación antes de instalar su tienda de campaña en el patio frontal de un amigo.

Ella cuenta con regresar a su empleo si el restaurante donde trabaja se mantiene abierto. Su jefe abandonó la localidad de Chester, al noroeste de Greenville, debido a que no tenía electricidad y la densidad del humo hacía difícil respirar. 

Las olas de calor y la sequía histórica vinculadas al cambio climático han hecho que los incendios forestales sean más difíciles de combatir en la zona oeste de Estados Unidos. Los científicos afirman que el cambio climático aumentó la temperatura y la sequía en la región en los últimos 30 años y continuará haciendo que el clima sea más extremo y los incendios forestales se vuelvan más frecuentes y destructivos.

La temporada de incendios de California se enfila a rebasar la del año pasado, que fue la peor en los registros de la historia reciente en el estado.

Desde comienzos del año, más de 6.000 incendios han destruido más de 3.260 kilómetros cuadrados (1.260 millas cuadradas) de tierra, tres veces más que en el mismo periodo de 2020, según cifras de los bomberos estatales.

Los enormes incendios forestales en California figuran entre los 107 más grandes en 14 estados, principalmente en la región occidental, donde las condiciones de sequía sin precedentes han resecado plantas y volviendo todo más propicio para la combustión.

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