Los rescatistas que ahora se enfocan en encontrar restos en lugar de sobrevivientes entre los escombros del condominio que se derrumbó en Florida hicieron una breve pausa el jueves para conmemorar las dos semanas de la tragedia y dijeron que no tenían planes de detener sus labores.
SurFlorida / AP
El número de muertos aumentó a 64, y otras 76 personas siguen desaparecidas, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en una conferencia de prensa el jueves. Los detectives continúan indagando si las personas cuya desaparición ha sido reportada estaban realmente en el edificio al momento de la tragedia. Mientras tanto, los rescatistas se dedican desde hace dos semanas a la tarea de recuperar la mayor cantidad de víctimas posible, dijo Levine Cava.
“El trabajo continúa con toda velocidad y urgencia”, agregó la alcaldesa. “Estamos trabajando las 24 horas del día para recuperar a las víctimas y dar un cierre a las familias lo más rápido posible”.
La laboriosa búsqueda de sobrevivientes se transformó en una labor de recuperación de restos el miércoles a medianoche, después de que las autoridades dijeran que habían llegado a la dolorosa conclusión de que no había “ninguna posibilidad de encontrar vida” entre los escombros del edificio Champlain Towers South en la localidad de Surfside.
Michael Stratton, cuya esposa, Cassie, no ha sido confirmada oficialmente muerta, dijo que amigos y familiares ya han aceptado “la pérdida de un alma brillante y amable con un espíritu aventurero”. En entrevista con la televisora KDVR-TV de Denver, indicó que estaba hablando por teléfono con ella justo cuando el edificio se derrumbó, y ella describió que todo estaba temblando antes de que la llamada se cortara.
“Este no fue el milagro por el que oramos, pero no fue por falta de intentos por parte de los equipos de rescate cuya incansable valentía nunca será olvidada”, dijo en un comunicado el jueves.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la congresista republicana Debbie Wasserman Schultz, cuyo distrito incluye Surfside, se comprometieron a brindar asistencia financiera a las familias de las víctimas, así como a los que sobrevivieron pero perdieron todas sus posesiones, al tiempo que reconocieron el devastador costo de la tragedia.
Además de dar ayuda fiscal a los residentes del edificio, DeSantis dijo que el gobierno estatal trabajará para canalizar una gran cantidad de donaciones caritativas a las familias afectadas. Levine Cava dijo que los equipos también estaban recolectando y catalogando una larga lista de artículos personales, incluidos documentos legales, álbumes de fotos, joyas, billeteras y artículos electrónicos que buscarán entregar a las familias que correspondan.
El sacerdote Juan Sosa de la iglesia católica St. Joseph se reunió el jueves con otros líderes espirituales en el lugar del desastre, donde maquinaria pesada recogía escombros y los dolientes dejaron flores y fotos.
Sosa dijo que los líderes religiosos esperan llevar la paz a las familias en duelo.
“Espero que tengan algún cierre mientras continuamos orando por ellos”, indicó.
La alcaldesa dijo que las cuadrillas han pasado dos semanas removiendo escombros en busca de señales de vida.
“Han utilizado todas las estrategias posibles y todas las tecnologías posibles disponibles para encontrar personas entre los escombros”, dijo. “Han retirado más de 7 millones de libras de concreto y escombros. Han usado sonares, cámaras, perros, maquinaria pesada. Han buscado espacios vacíos y han buscado víctimas. Corrieron hacia un edificio que podía derrumbarse, y desafiaron el fuego, el humo, la lluvia torrencial y los fuertes vientos con la esperanza de encontrar personas con vida”.
El subjefe de bomberos de Miami-Dade, Raide Jadallah, dijo el miércoles que los rescatistas seguían comprometidos a hacer todo lo necesario para concluir el trabajo.
El jefe de bomberos de Miami-Dade, Alan Cominsky, señaló que se tiene previsto que la misión de recuperación dure varias semanas más.
La esperanza de encontrar sobrevivientes se renovó brevemente el fin de semana, luego de que los trabajadores demolieron lo que quedaba del edificio, lo que permitió a los rescatistas acceder a nuevas áreas de escombros, pero no se encontró gente con vida. Debido a que el edificio de 12 pisos se vino abajo en las primeras horas del 24 de junio, muchas personas fueron halladas muertas en sus camas. Nadie fue rescatado vivo desde entonces.