23 de diciembre de 2024 4:42 AM

Ola de calor en el oeste de EEUU es un riesgo para la salud

Las temperaturas extremas como las que están abrasando el oeste de Estados Unidos esta semana no sólo son molestas, también son mortales. 

SurFlorida / AP

Las temperaturas récord de esta semana son una emergencia climática, indican científicos y expertos de salud, en la que el calor es responsable de más muertes en Estados Unidos que todos los otros desastres naturales combinados.

Con olas de calor más frecuentes e intensas probablemente debido al cambio climático, y con la peor sequía en la historia moderna, los expertos señalan que las comunidades deben proteger mejor a las personas vulnerables, como aquellos sin casa y quienes viven en barrios de bajos ingresos. 

“Este calor tiene un efecto importante sobre las personas y su salud”, dijo la doctora Suganya Karuppana, directora médica de las clínicas de salud comunitaria Valle del Sol en Arizona. 

La gente, al igual que las plantas y los animales, necesita temperaturas más frescas durante la noche para recuperarse del estrés del calor, señalan científicos y médicos. Pero las temperaturas nocturnas están rondando los 30 grados Celsius (90° Fahrenheit), por lo que eso no sucede. 

Karuppana señaló que muchas personas que la visitan podrían no tener vehículo y tener que tomar el transporte público en el calor de Phoenix, atravesando a pie barrios poco arbolados y esperando en paradas de autobús y tren ligero con poca o nada de sombra. Algunas personas viven en casas móviles con mala ventilación o sin aire acondicionado. O podrían trabajar en el exterior bajo el sol en albañilería o jardinería.

Toda la semana, Phoenix ha estado ardiendo con temperaturas que superan los 46° C (115° F). La máxima del viernes estableció un récord de 47° C (117° F), después de haber roto otro récord de 48° C (118° F) el jueves. Esta semana también se superaron récords diarios en Arizona, Nevada y California, incluidos 53° C (128° F) en el Valle de la Muerte el jueves. 

Entre quienes son vulnerables a las altas temperaturas están las personas muy jóvenes, las muy ancianas y quienes sufren de padecimientos cardíacos o renales, males que afectan desproporcionadamente a minorías raciales.

“Estamos preparados para Phoenix y lo monitoreamos de cerca”, dijo Nicolette Louissaint, directora ejecutiva de Healthcare Ready, un organismo con sede en Washington que fue fundado después del huracán Katrina para ayudar a las comunidades a lidiar con desastres naturales. 

Louissaint dijo que su organización ha ayudado en emergencias por altas temperaturas al financiar centros para refrescarse que ofrecen agua embotellada y sombra, o al coordinar el transporte para personas mayores que no tienen vehículos y necesitan viajar por diálisis o revisiones cardíacas. 

“El calor extremo realmente agrava este tipo de afecciones médicas graves”, dijo. “Es difícil para las personas que no tienen mucho dinero”. 

El de Phoenix y otros gobiernos locales en el suroeste le recuerdan a las personas a través de las redes sociales que beban mucha agua, no se expongan al sol de ser posible y tomen descansos frecuentes en los días calurosos. Le advierten a la gente que no deje a niños ni a mascotas en el interior de vehículos, y trabajan con organizaciones no lucrativas como el Ejército de Salvación para abrir instalaciones en donde las personas se puedan refrescar. 

Los riesgos crecientes del calor se volvieron dolorosamente evidentes hace tres años, cuando Stephanie Pullman, de 72 años, murió en su casa en el área de Phoenix después de que el proveedor de electricidad más grande de Arizona le cortara el servicio por no pagar 51 dólares. Un médico forense dijo que una de las causas de su muerte en 2018 fue “exposición al calor ambiental”.

Hasta el sábado, el condado que incluye a Phoenix había reportado tres muertes relacionadas con el calor, y se investigan otros 20 fallecimientos que podrían haber sido provocados por las altas temperaturas.

En años recientes, han aumentado drásticamente las muertes relacionadas con el calor en el condado Maricopa. El año pasado se reportaron 323, la mayor cantidad de que se tenga registro. Las tasas más elevadas se reportaron entre personas de raza negra e indígenas norteamericanos. Aproximadamente el 80% de quienes murieron eran hombres. 

Las personas que viven en la calle corren mayor riesgo. El médico forense del condado Maricopa ha dicho que el calor fue una causa principal o secundaria en la muerte de 146 personas sin hogar el año pasado, cuando el verano fue el más caluroso jamás registrado en Phoenix. 

Los científicos indican que se prevé que aumente el número de muertes por calor en el oeste de Estados Unidos y el resto del mundo. 

Al incrementarse el promedio de temperaturas a nivel mundial, el calor se está volviendo más extremo, dijo Gerald Meehl, científico del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder, Colorado. 

“Conforme el clima promedio aumenta debido a los crecientes gases causantes del efecto invernadero producidos por seres humanos, estamos viendo olas de calor más intensas, más frecuentes y más largas”, dijo Meehl. 

Un estudio del mes pasado estimó que la cantidad anual de muertes por calor puede atribuirse al calentamiento global provocado por los seres humanos. El estudio abarcó unas 200 ciudades y halló más de 1.100 fallecimientos al año debido al calor causado por el cambio climático, muchas de ellas en la región centro-norte y el este, en donde muchas personas no tienen aire acondicionado o no están acostumbradas al clima caluroso.

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