5 de octubre de 2024 4:21 AM

Los comedores en Miami ya han comenzado a reabrir tras cierre por la pandemia

Con un plato de pollo, calabaza y aguacate delante, Mafalda Peña se sentó con un vecino el martes para reanudar una rutina diaria declarada ilegal hace 14 meses por la primera orden de coronavirus de emergencia en Miami-Dade.

Sur Florida / El nuevo Herald

“He echado de menos ver a mis amigos”, dijo Peña en español desde su mesa en el comedor de los apartamentos para personas mayores Carroll Manor en Coconut Grove. Fue la primera semana de funcionamiento del comedor después Miami-Dade ordenó el cierre de todos los comedores para personas mayores en marzo de 2020. “Extraño no preguntar a mis amigos cómo están”.

El almuerzo de Peña captó la lenta marcha atrás en las restricciones impuestas por la pandemia en todo Miami-Dade. El entonces alcalde Carlos Giménez ordenó cerrar los centros para personas mayores en virtud de la Orden 01, que firmó el 16 de marzo de 2020. La orden se mantuvo hasta hace unas siete semanas, cuando la ahora alcaldesa Daniella Levine Cava levantó el decreto de Giménez como parte de la retirada de la mayoría de las normas contra el COVID-19 en la zona.

En ese momento, más de 70% de los ancianos de Miami-Dade habían recibido al menos una dosis de la vacuna. Aunque a los comedores para adultos mayores se les permitió reabrir, a la mayoría no. Carroll Manor es uno de los 15 operados por la organización sin fines de lucro Little Havana Activities and Nutrition Centers, que reabrió cuatro el lunes y planea abrir otros cuatro antes del 14 de junio.

Personas familiarizadas con la red condal de cafeterías y comedores para adultos mayores financiados por el gobierno dicen que Little Havana es el único operador que conocen que ha reanudado el servicio de comidas, y la mayoría todavía depende de la entrega a domicilio a los clientes bajo programas lanzados en marzo de 2020.

“Algunos se han abierto para actividades, pero no para comidas”, dijo Max Rothman, jefe de Miami-Dade’s Alliance for Aging, que administra fondos estatales y federales para programas para personas de la tercera edad. “Creo que es hora.” Antes de la pandemia, un promedio de 6,500 personas mayores se reunían diariamente en cafeterías gratuitas en Miami-Dade, según estadísticas de la Miami-Dade’s Alliance for Aging.

La red de Little Havana servía unas 1,300 comidas en todos comedores en un día normal, y los centros de Miami-Dade atendían a unas 2,100 personas antes que los cerraran por la pandemia. En total, los centros sirvieron 1.7 millones de comidas entre marzo de 2019 y febrero de 2020. En una nota de abril, Levine Cava dijo que las cafeterías supervisadas por el condado no planean reanudar sus operaciones hasta junio, mientras que Miami-Dade sigue gastando alrededor de $2 millones a la semana en un programa de entrega de comidas de emergencia para personas de la tercera edad lanzado por Giménez al comienzo de la pandemia.

“Realmente no puedo decirles por qué se están demorando tanto”, dijo el comisionado Joe Martínez, quien ha estado presionando a Levine Cava para que reabra los centros después que tantas personas mayores ya está vacunadas. “Deberían haberlo hecho hace tiempo.”

En la red Little Havana, los dos centros de Smathers Plaza y Robert King High permanecerán cerrados por reformas.

Otros tres —Council Towers South en Miami Beach, y Palermo Lakes y Stanley Axelrod UTD en Miami— no reabrirán hasta septiembre, sobre la base de un calendraio establecido por el operador de los edificios, Elderly Housing and Development Operations Corp., según la directora de operaciones de Little Havana, Betty Ruano-Bond.

¿Cuándo reabren los comedores para adultos mayores?

Nos fue posible contactar a ejecutivos de EHDOC el jueves para que hicieran declaraciones sobre el asunto. Raquel Regalado, comisionada condal cuyo distrito incluye la torre Stanley Axelrod, dijo que estaba desanimada por la falta de urgencia en la reapertura de los centros para adultos mayores.

“La gente se había acostumbrado a esto y es mucho más fácil tratar con las personas de la tercera edad de esta manera” confiando en la entrega de comidas y manteniendo las instalaciones cerradas, dijo Regalado. “Pero no es bueno para su salud mental. Necesitamos que estos centros reabran”.

Miami-Dade reabrió de manera limitada ocho de sus 19 centro de actividades para adultos mayores, pero ninguno sirve comidas, dijo Annika Holder, directora del Departamento de Acción Comunitaria y Servicios Humanos del condado. “En este momento, todas las comidas se proporcionan a través de la entrega semanal a domicilio”, dijo.

Durante los últimos 14 meses, las empresas de entrega de alimentos bajo contrato con Miami-Dade entregaron casi 24 millones de comidas a personas de la tercera edad en el condado que solicitaron el servicio después que comenzó la pandemia.

Las nuevas inscripciones para el histórico esfuerzo de nutrición terminaron en julio y el condado espera que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias cubra casi 90% del costo, que recientemente superó $215 millones.

¿Cuánto durará la entrega de comidas para adultos mayores en Miami-Dade?

Miami-Dade está usando fondos federales contra la pandemia y fondos de la organización Meals on Wheels para cubrir el resto.

Aunque muy lejos del pico de 98,000 comidas al día alcanzado en mayo de 2020, se siguen entregando casi 42,000 comidas diarias, de unos $320,000 cada 24 horas, según datos de Acción Comunitaria.

“Era importante mantener a salvo a las personas de la tercera edad”, dijo Giménez, ahora representante federal republicano, esta semana en un mensaje de texto. “Me alegro de que estén reabriendo, pero es triste que haya tardado más de un año en hacerlo”.

Bárbara Hernández, coordinadora del comedor, sirve a clientes del Carroll Manor Senior Center. Esta es la primera semana en que algunos centros para adultos abren sus cafeterías. Jose A Iglesias jiglesias@elnuevoherald.com

Cuando Giménez ordenó el cierre de los comedores en marzo de 2020, Little Havana dedicó los fondos dedicados a preparar alimentos que recibía para comprar comidas congeladas para su propio programa de entrega.

Antes de reabrir los centros, el personal preguntó a los clientes si querían quedarse con las comidas entregadas a domicilio o volver a comer en persona en las cafeterías.

En Carroll Manor, 101 clientes recibían comidas caseras. De ellos, 100 dijeron que querían empezar a comer en la cafetería, dijo Ruano-Bond.

“Han estado aislados durante demasiado tiempo”, dijo el martes mientras el comedor Carroll Manor se llenaba antes de las 11:30 a.m. “Necesitan esto. Tenemos mucha gente que no viene a comer, vienen a socializar”.

Dijo que 97% de los clientes de Carroll Manor de Little Havana han sido vacunados. En el comedor el martes a la hora del almuerzo, las máscaras eran opcionales, la mesa de dominó disponible y todos los asientos estaban abiertos.

De izq. a der., Gregoria Reyes, de 100 años, habla con Esther Ayllon, de 88, el el comedor del Carroll Manor Senior Center. Jose A Iglesias  jiglesias@elnuevoherald.com

Peña, quien declinó decir su edad, y su compañera de almuerzo, Luz Albarracín, de 70 años, fueron vacunadas en febrero, dijeron. El almuerzo del martes fue su segunda comida con los vecinos desde que comenzó la pandemia, aunque la noche de bingo regresó hace unas dos semanas.

“Necesitamos la socialización”, dijo Albarracín. “Es terapia para nosotros”.

Gregoria Reyes, de 100 años, dijo que rechazó la entrega de comida congelada de Little Havana durante la pandemia. Sentada en una mesa de Carroll Manor con un vecino, Reyes dijo que está encantada de tener el comedor abierto de nuevo.

“Las comidas son deliciosas”, dijo en español. “Y ahora no tengo que cocinar ni limpiar”.

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