Tras largos meses de preocupaciones fiscales por el cierre provocado en tiempo de pandemia, con millones de floridanos sin trabajo y la merma sustancial de ingresos por impuestos, Florida logra salir a flote con un presupuesto que tiene por ingredientes recuperación y plan de rescate.
SurFlorida – Diario Las Américas
Una nueva cifra récord, 101.500 millones de dólares, fue aprobada por los legisladores estatales, después de borrar de los libros el déficit anunciado de 2.000 millones y recibir 10.200 millones del Plan de Rescate Estadounidense adoptado por el Congreso de la nación.
“La propuesta original del gobernador, Ron DeSantis, ascendía a 96.600 millones de dólares, pero esta vez, a diferencia de otros años, la cifra aumentó”, señaló Frank Ramos, contador público de Ramos CPA Services, en Miami.
De hecho, el nuevo acuerdo bipartidista, entre republicanos y demócratas, dedica miles de millones de dólares al medio ambiente. Y por ello el presidente de la Cámara de Representantes, Chris Sprowls, republicano por Palm Harbor, lo considera “el presupuesto más ecológico en la historia de Florida”.
“Son 100 millones de dólares para limpieza y cierre de la planta de fosfato de Piney Point”, en la zona de Tampa, que amenazó con contaminar la zona a principios de abril, comentó Sprowls.
Además, se evitaron recortes en la financiación de hospitales, con lo que se puede pagar el aumento de casi un millón de personas que tuvieron que unirse a las filas del Medicaid.
También hay dinero adicional para la Policía, los bomberos y los servicios paramédicos con bonificaciones de 1.000 dólares. Muchos empleados del Gobierno estatal recibirán un aumento.
A esto suman más de 22.000 millones de dólares en gastos escolares, incluyendo un aumento de salario para maestros, así como una bonificación de 1.000 que proviene del fondo federal.
“Gracias a nuestros maestros, gracias a nuestros directores”, comentó DeSantis al terminar la sesión legislativa. “Puede que nunca tengan otra oportunidad de hacer tanto como lo que hicieron este año”.
Pero no todo salió a pedir de boca: hay nuevas restricciones en la ayuda financiera para unos 80.000 estudiantes universitarios Bright Futures, que antes contaban con 600 dólares para comprar libros de texto.
También se redujo la ayuda del estado para construir viviendas asequibles, de 423 millones a 209 millones, lo que el señor Ramos considera “un grave error”, dada “la bomba de tiempo de que tenemos en las manos con el aumento paulatino del precio en el mercado inmobiliario que no corresponde con los salarios”.
Por ahora, el Congreso estatal utiliza 6.700 mil millones de dólares del fondo federal. El resto, 3.400 millones, es destinado a reservas.