Dos estudiantes visitaban el pasado domingo un refugio de vida silvestre en Carolina del Norte (EE.UU.), cuando se toparon con un oso negro levantado sobre sus patas traseras que mantenía una pose extrañamente parecida a la de un humano.
Sur Florida / actualidad
Erin McAllister y su novio Zachary Allen conducían por una carretera en el refugio cuando vieron al animal, cuyas fotos Allen publicó luego en Facebook. “Para ser honesta, cuando ambos lo vimos por primera vez, ¡ni siquiera estábamos seguros de que fuera real! Estaba parado tan quieto y estoicamente”, relata McAllister a Newsweek.
Mientras la pareja se acercaba lentamente en su automóvil, el oso, que era relativamente joven, se quedó “muy quieto” y parecía “totalmente indiferente”, pues, aparte de la “ligera mirada” que lanzó en su dirección, continuó mirando hacia el bosque al otro lado de la carretera, recuerda la estudiante.
Tras mantener la pose durante unos diez minutos, el animal vio a un grupo de tres osos negros de tamaño similar que esta cerca y corrió hacia el bosque para reunirse con ellos. “Nos gusta interpretar toda esta experiencia como la de un oso de pie buscando a sus amigos”, indica McAllister.
A pesar de la figura un tanto amenazadora del oso, este simplemente lanzó una mirada rápida hacia donde estaban Erin y Zachary y continuó observando el bosque. “Al cabo de unos minutos, me di cuenta de que un grupo de tres osos negros de tamaño similar corría delante de nuestro coche, al otro lado de la carretera, hacia el bosque, cerca del oso parado. Una vez que este oso parado vio, lo que suponemos que eran amigos, se puso rápidamente a cuatro patas y corrió hacia el bosque para encontrarse con ellos, dijo la joven al mismo medio.
Añadió que les gusta interpretar esta experiencia “como el oso parado que busca a sus amigos”. Sin duda una anécdota muy particular que les permitió ver un momento de interacción social entre estos animales.