Los fabricantes estadounidenses se expandieron en marzo al ritmo más rápido en 37 años, una señal de fortalecimiento de la demanda a medida que la pandemia disminuye y la ayuda de emergencia del gobierno fluye a través de la economía.
SurFlorida – Click Orlando
El Instituto de Gestión de Suministros, un grupo comercial de gerentes de compras, dijo que su medida de la actividad de la fábrica saltó a 64,7 el mes pasado, de 60,8 el mes anterior.
Eso es el más alto desde diciembre de 1983.
Parte de la ganancia puede reflejar un rebote de febrero, cuando el duro clima invernal en Texas, Luisiana y otros estados del sur desconectó algunas refinerías de petróleo y plantas petroquímicas.
El ritmo de las fábricas
Las medidas de los nuevos pedidos, la producción y la contratación aumentaron, y más empresas reportaron perspectivas optimistas sobre las condiciones comerciales futuras.
Sin embargo, muchas empresas también informaron de dificultades para mantenerse al día con la demanda, ya que las cadenas de suministro gruñidas han retrasado el envío de piezas.
Muchas empresas han luchado por contratar suficientes trabajadores nuevos.
“Los plazos extendidos, la escasez a gran escala de materiales básicos críticos, el aumento de los precios de los productos están afectando a todos”, dijo Timothy Fiore, presidente ISM.
Esas preocupaciones pueden empeorar los temores de que la inflación aumente en los próximos meses.
El transporte marítimo internacional se ha visto gruñido por retrasos en los puertos que a menudo tienen menos trabajadores para prevenir la propagación viral.
El bloqueo del Canal de Suez, que aún se está desenrollando, ha interrumpido aún más el transporte marítimo internacional.
La mayoría de los economistas esperan que el ritmo de la inflación se rebate en los próximos meses, pero lo harán solo temporalmente.
A medida que se resuelven los cuellos de botella de la oferta, la inflación debería disminuir, dicen los analistas.
Los estadounidenses han cambiado sus gastos durante la pandemia.
La mayoría de los consumidores han sido reacios o incapaces de comer fuera, comprar o visitar cines tan a menudo como en el pasado.
En cambio, han gastado más en productos de fábrica, como automóviles nuevos, muebles para oficinas domésticas ampliadas y bicicletas de entrenamiento.
