El invierno es un buen momento para recorrer las calles del sur de Florida. Aunque el frío aún no llega y no se sabe si llegará del todo, las frescas temperaturas son ideales para caminar por las calles y descubrir tesoros escondidos.
Si esto le atrae, entonces bienvenidos a las caminatas, donde galerías y estudios invitan al público a echar una mirada, charlar y a conocer artistas y sus obras.
Estas caminatas se han vuelto populares en los últimos años, por lo que han ido aumentando en número.
La ciudad de Fort Lauderdale
tiene tres; las de Hollywood, Delray Beach, Wilton Manors y Pompano Beach tienen una al mes, y la de Boynton Beach se prepara para inaugurar una en enero.
Así, paso a paso, sorbo a sorbo, los participantes pueden disfrutar del arte y a la vez probar un buen queso, vino, tapas o postre.
Nos enrumbamos en una de ellas, y escuchamos lo que los amantes del arte, los artistas, los dueños de galerías y la gente de la calle dicen acerca de esta creciente tendencia.
Un grupo interesante— “Hay algo que satisfice los sentidos. Escuché bonita música, comí deliciosa comida, vi arte magnífico y adorables mujeres”, dijo John Fraebel, de Fort Lauderdale, en noviembre durante su primera visita a la caminata de arte de Las Olas (Art Walk Las Olas).
“Voy a hacer el esfuerzo de venir con más frecuencia. Encontré un grupo más interesante que los que salen a comer en la noche del viernes”.
Un movimiento ecléctico— Para crear un “ambiente festivo”, la agencia de desarrollo comunitario de Hollywood (CRA, siglas en inglés) contrata músicos que tocan cerca de las galerías y estimula a los participantes a energizar la noche con poesía, pintores, demostraciones de papel maché, o incluso clases de ejercicios.
“Tratamos de que no sea algo populoso, más en el ambiente cultural que en el masivo”, dijo Lisa Liotta, gerente de desarrollo económico de CRA. “No en todas partes usted se encuentra con un intérprete de harpa o incluso un tambor caribeño”.
Una conexión social—Aun cuando las caminatas de arte han generado “mucho qué decir últimamente”, la pintora de óleo y propietaria de galería, Ora Sorensen dice que por 20 años ha recibido los beneficios de participar en la caminata de Delray Beach.
“Uno socializa mucho. La gente que viene a mi galería no lo hace sólo por el arte. Vienen a hablar y a tomar una copa de vino”, dice Sorensen. “La conexión con el público es muy estimulante y agradable, y creo que ésa es la razón por la que luego de 20 años sigo haciéndolo”.
Arte desmitificado— Mary Ellen Charapko, dueña de Ellen Charapko Gallery y organizadora de “Island City Art Walk” en Wilton Manors, dice que la idea es abrir puertas, y crear una atmósfera agradable para desmitificar el arte.
“Es intimidante”, agrega. “Pero es para disfrutar. Usted sabe lo que quiere y usted sabe lo que le gusta. Tiene que empezar en alguna parte”.
Una experiencia creativa—Joy Staelens sacó una mesa en el andén de la calle Harrison, en Hollywood, destapó sus pinturas y dejo que su creatividad fluyera el mes pasado en la caminata de esa ciudad.
Esta artista de multimedios, quien se especializa en arte reciclado, dice que “cualquier cosa que me encuentro en la calle se convierte en trabajo para el arte”, y la caminata del arte es “una manera la creatividad fluyendo y llevar el amor al arte a Hollywood”.
Un aviso verde, andante— El tipo convulsivo que baila alrededor de la caminata de Las Olas encapuchado y vestido con una licra verde es Green Mann, alias Mike Buonaiuto. Él se imagina a sí mismo como “un aviso andante”
“Como puede ver, tengo espacio de publicidad en todo el traje, como NASCAR”, dice. “Soy mejor que los letreros sostenidos por otros, porque ellos están fijos en una esquina, mientras que yo bailo alrededor de ellas”.
Conversación interesante— Parte de la diversión, mientras observa las pinturas a mano alzada, los acrílicos de varias texturas y los relieves de bronce, son los fragmentos de arte que están sobre nosotros. “Todo aquí está vivo”.