Son canciones que han hecho bailar al mundo, rompieron barreras y se convirtieron en emblemas. Detrás de cada una, hay secretos no contados que ofrecen una mirada profunda de la música latina y ayudan a conocer mejor a los artistas.
Sur Florida / Diario las Américas
La periodista especializada en música latina Leila Cobo comparte historias desconocidas detrás de esas canciones en su nuevo libro, “La fórmula ‘Despacito’” (disponible en inglés como “Decoding ‘Despacito’”). A lo largo de más de 320 páginas, estrellas como Julio Iglesias, Juan Luis Guerra, Ricky Martin, Gloria Estefan, Shakira, Daddy Yankee y Luis Fonsi recuerdan cómo nacieron “To All The Girls I’ve Loved Before”, “Burbujas de amor”, “Livin’ La Vida Loca”, “Conga”, “Whenever, Wherever”, “Gasolina” y por supuesto “Despacito”, entre otras.
“Cada canción es diferente, es un mundo”, expresó Leila Cobo, vicepresidenta de contenido latino de la revista Billboard y periodista con más de dos décadas de trayectoria. “Hay una magia en cada canción, de cada canción aprendes algo que no sabías”.
Y eso era justamente otra de las cosas que se proponía: mostrar que el éxito de estos temas no es fortuito; que detrás de cada uno hubo un trabajo arduo y sumamente meticuloso.
Se trata de 19 canciones que definieron movimientos y momentos en los últimos 50 años de la música latina, desde “Feliz Navidad” de José José, en 1970, hasta “Malamente” de Rosalía en 2018. “Amor prohibido” de Selena, “La tierra del olvido” de Carlos Vives, “Vivir mi vida” de Marc Anthony, y “Bailando” de Enrique Iglesias con Descemer Bueno y Gente de Zona son otros de los títulos analizados.
“Todas de alguna manera rompen una barrera”, aseguró Leila Cobo en una entrevista reciente junto a una marina en una playa de Key Biscayne, Florida. “Estas canciones rompieron las reglas y las reescribieron, transformaron la industria de la música”, explica la experta en el prólogo de su libro.
Por ejemplo, en “El gran varón”, Willie Colón rompió un tabú al hablar abiertamente de ser gay; con “Despacito”, Luis Fonsi volvió a poner en el mapa a la música latina; “Mi gente” de J Balvin y Willy William fue la primera canción en español que llegó al primer puesto global de Spotify; “Contrabando y traición”, de los Tigres del Norte, dio a conocer públicamente los narcocorridos y le allanó camino a ese género en la literatura, el cine y la televisión (con “La Reina del Sur”); y “Gasolina”, de Daddy Yankee, fue el primer sencillo y éxito internacional del reggaetón.
A lo largo de más de 70 entrevistas, la escritora y también pianista Leila Cobo disfrutó viendo llorar de la risa a los artistas, y también sentirlos emocionados al rememorar los momentos de la creación.
Shakira, por ejemplo, “se emocionó de contar cosas que nunca había hablado” sobre “Whenever, Wherever” de 2001 en una entrevista telefónica que estaba pautada para durar 10 minutos y se extendió más de media hora.
En el libro, la cantante colombiana cuenta que se estaba materializando uno de sus sueños: el de hacer el “crossover” al inglés.
“Y eso no venía solo. Venía con grandes desafíos, como aprender a hablar inglés bien”, expresa Shakira en el libro, y explica que necesitaba ese dominio de la lengua no sólo para cantar, sino también para poder hacer buenas entrevistas.
Julio Iglesias, en cambio, le cuenta a Leila Cobo que no habla bien inglés y que para poder grabar su primer álbum en ese idioma tuvo que aprenderse las canciones por fonética. Jamás pensó que podría grabar “To All The Girls I’ve Loved Before” con un cantante de música country como Willie Nelson, tan diferente a él.
Viajó al rancho del ídolo estadounidense en Texas en un avión alquilado de Johny Cash y al llegar y verlo con su cabello largo y shorts, pensó: “Creo que no puedo cantar con él”, recuerda Iglesias en el libro. “(Yo) no hablaba inglés en absoluto”, dice el cantante español, y confiesa que anteriormente pudo grabar el clásico “As Time Goes By” porque la cantaba de niño en fiestas familiares y se la sabía de memoria.
Fue tal la dificultad para él, que Nelson grabó ese mismo día la canción, pero Iglesias tuvo que poner su voz posteriormente en un estudio en California.
También en el libro, Gloria y Emilio Estefan cuentan que gastaron todos sus ahorros para sacar su primer disco bilingüe cuando aún eran poco conocidos internacionalmente, y Juan Luis Guerra dice que para escribir su canción “Burbujas de amor” en 1990 se inspiró en la novela que estaba leyendo, “Rayuela” del argentino Julio Cortázar.
La idea “La fórmula ‘Despacito’” surgió de manera inesperada.
En realidad, Leila Cobo estaba escribiendo una novela romántica y se la ofreció a su editor, pero a Cristóbal Pera no le convenció. En cambio, le propuso hacer un libro sobre la historia de la música latina.
El recorrido por las canciones es cronológico, empezando por “Feliz Navidad” de 1970, que el puertorriqueño José Feliciano decidió hacer bilingüe para que no dejaran de ponerla en la radio tras su exitosa versión de “Light My Fire” en homenaje a The Doors y Jim Morrison.