22 de noviembre de 2024 6:33 PM

Borrell y Lavrov inician las conversaciones para normalizar las relaciones entre la UE y Rusia

El Alto Representante de la Unión Europea de Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acaban de iniciar su encuentro tras un largo periodo de desencuentros entre Bruselas y Moscú. Lavrov ha subrayado la necesidad de normalizar las relaciones mientras que Borrell ha calificado la actual situación de «momento difícil» a causa del encarcelamiento del líder opositor ruso, Alexéi Navalni. Pero también ha hecho hincapié en que son muchos los vínculos existentes entre Europa y Rusia, especialmente en el aspecto económico.

Sur Florida/ABC

Lavrov comenzó su breve introducción dando la bienvenida a Borrell y señalando que, pese a la polvareda que ha levantado su actual viaje a la capital rusa, «estamos dispuestos a responder a cualquier cuestión que nos plantee». Según sus palabras, « no es normal que las dos grandes potencias del continente europeo mantengan unas relaciones como las actuales (…) se encuentran en su momento más bajo».

El jefe de la Diplomacia rusa le reprochó a su interlocutor que fue la UE la que «de forma unilateral, echó abajo la dinámica de relaciones que existía» e hizo un llamamiento a abordar de forma «honrada y sincera» cómo restablecer el diálogo. Borrell por su parte hizo mención al caso Navalni, que el martes fue condenado a casi tres años de cárcel y hoy afronta otro juicio, esta vez por difamación. El Alto Representante de la UE dijo que «hoy tenemos oportunidad de tratar toda la problemática».

Desde Crimea

Las relaciones entre Bruselas y Moscú se deterioraron seriamente después de que Rusia se anexionara Crimea, en marzo de 2014, y atizase una guerra en el este de Ucrania entre las tropas de Kiev y los sublevados separatistas. Las sanciones impuestas a partir de entonces, que tuvieron su réplica por parte de Rusia, y el envenenamiento de Navalni, el pasado verano, contribuyeron a enrarecer todavía más el ambiente.

Uno de los aspectos más complicados de la actual visita de Borrell es su deseo de visitar en la cárcel al principal adversario político del presidente Vladímir Putin, algo que las autoridades rusas ya han advertido que depende, no del poder político, sino de la Justicia. Sostienen que es el Tribunal Símonovski de Moscú, que decidió el martes que la pena en suspensión que le fue impuesta a Navalni en 2014 pase a ser real, el que debe o no permitir que el Alto Representante de la UE pueda ir a la prisión a verle.

Borrell, al igual que otros dirigentes mundiales, ha solicitado al Kremlin que libere de inmediato al opositor de Putin, recibiendo como respuesta que se trata de un asunto que está en manos de los tribunales y sólo ellos pueden dictaminar al respecto. Bruselas también ha criticado la dureza con las que la Policía rusa está reprimiendo las manifestaciones en apoyo de Navalni. La actual visita a Moscú de Borrell ha dividido a los países de la UE entre quienes consideran que no había que haberla efectuado y los que opinan que hay que aprovecharla para expresar claramente el punto de vista europeo en relación con todos los problemas que empañan las relaciones.

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