Expertos legales revisan si Donald Trump en su posición de expresidente de Estados Unidos está autorizado a utilizar su mansión en Mar-a-Lago, Palm Beach, Florida, como residencia permanente.
Sur Florida / eldiariony
El reporte de CNN esta semana indica que, cuando Trump convirtió su residencia privada en un club social, acordó con la demarcación limitar sus estadías en el lugar.
Algunos residentes de la zona consideran que Trump empezó a violar ese convenio antes de refugiarse en la vivienda tras la inauguración el 20 de enero de su sucesor Joe Biden.
La controversia será dilucidada en la próxima reunión del Consejo, cuya fecha no ha sido divulgada.
Trump compró el espacio en 1985 y, posteriormente, lo convirtió en un club de socios en el 1993. El plan inicial era transformar el espacio en una entidad sin fines de lucro. Para transformar la residencia privada en un negocio que generara ingresos, Trump tuvo que aceptar ciertas limitaciones como no pasar más de siete días consecutivos en Mar-a-Lago o no más de tres semanas en un año.
Pero el republicano ha estado excediendo el número establecido aún cuando era presidente.
“Este asunto está bajo revisión legal por el abogado del pueblo, John ‘Skip’ Randolph”, dijo el administrador del pueblo de Palm Beach Krik Blouin a la cadena por medio de un correo electrónico. Blouin agregó: “El Sr. Randolph está revisando el Acuerdo de Declaración de Uso y nuestro Código de Ordenanzas para determinar si el expresidente puede vivir en Mar-a-Lago”.
Trump se trasladó con su familia a West Palm Beach el mismo día de la investidura de su sucesor, temprano, y no participó de la jura de Biden y la vicepresidenta Kamala Harris.