Esa pausa obligada, ahora lo vemos con claridad, tiene su cometido. Además de emplearse para escuchar la radio, podcasts o hacer llamadas de teléfono, por ejemplo, también es un importante marcador de la transición entre trabajo y hogar y, por extensión, entre las identidades como empleados, por una parte, y madres, padres, esposo o amigos por otra.
Sur Florida/Univisión
Si teletrabajas, es posible que tus identidades explosionen varias veces al día, como me ocurrió recientemente cuando mi hija pequeña apareció disfrazada de unicornio en una clase por Zoom.
¿La solución? Como la vuelta al trabajo presencial no parece estar a la vuelta de la esquina, la propuesta que se extiende para evitar el burnout (o quemarse en el trabajo) es simular la antigua rutina de desplazarse o #FakeCommute. “Proponemos crear un desplazamiento simulado como intervención,” dijo Anna Cox, profesora de la University College en Londres (Reino Unido).
“Temprano para un #fakecommute para ver madrugar y colocar mi cabeza para otra semana de teletrabajo”, señala Jan Jonker en Twitter.
“Participar en un ‘viaje pretendido al comienzo y al final del día no solo brinda la oportunidad de incorporar algo de actividad física en tu rutina diaria, sino que también permite hacer la transición entre las partes de la vida laboral y no laboral”, dice Cox en el Evening Standard.
Este viaje puede consistir en una caminata en un parque o por las calles que rodean tu casa después del desayuno y antes de comenzar a trabajar, trotar o andar en bicicleta. Y al regresar a casa sentarte directamente en el escritorio en lugar de aprovechar para hacer la colada.
Si tienes perro ya tienes excusa para pasear. En casa, y aunque no haría falta, mi esposo como yo llevamos a nuestra hija pequeña (el pequeño unicornio) al colegio todas las mañanas, y aprovechamos para conversar con otras madres y padres.
La clave está en convertirlo en un hábito y, si es posible, incorporar otros elementos, como socializar o hacer ejercicio.
Otros trucos que pueden resultar útiles para sobrevivir el teletrabajo:
1)Esconder el computador (o, todavía mejor, la oficina):
¿Vivo en el trabajo o trabajo en la casa? Si, como me sucede a mí, te haces esta pregunta una docena de veces al día, intenta aislar los espacios cerrando la puerta de la habitación donde trabajas y dedicándolo exclusivamente a eso.
Si no es posible, esconde al menos la computadora. Y trata de tener, en la medida de lo posible, un dispositivo electrónico diferente para otras actividades de ocio como ver películas o escuchar música.
Cambiarse de ropa y quitarse el pijama es el clásico y quizá más importante consejo para cambiar de rol de empleado (aunque, admitámoslo, una de las principales ventajas de trabajar en casa es poder descalzarse y llevar ropa cómoda).
2)La importancia crucial del autocuidadoEvita el “síndrome de la rana hervida”:
Trabajar horas de más, como es el caso de un gran número de empleados estadounidenses, y no disponer del espacio y tiempo necesarios para cuidarse supone un riesgo importante para la salud.
Los riesgos no aparecen hasta pasados años, y este es parte del problema: el denominado “síndrome de la rana hervida”. Esto es: si una rana está en una olla de agua fría que se va calentando lentamente, la rana acaba muriendo achicharrada. No es consciente de saltar, aunque pudiera hacerlo. Así actúa el estrés silencioso en nuestra vida que muchos trabajadores van aguantando hasta que al final explotan (o se queman).
Los consejos de siempre (cuidar el sueño, la nutrición, hacer ejercicio…) son en este capítulo los más importantes.
Si no te va mucho lo del #FakeCommuting, puedes aprovechar el ahorro de tiempo de los desplazamientos para hacer ejercicio. Hay cada vez más herramientas y apps para hacer rutinas de ejercicio practicar actividades como yoga o pilates online, como YogaGlo. Puedes aprovechar también para ponerte en forma con las rutinas HIIT de Univision.
3)Un lugar de trabajo adecuado
El teletrabajo al que ha forzado la pandemia —en muchas ocasiones sin contar con el mobiliario adecuado en casa— junto con el acusado sedentarismo y el sobrepeso forman el caldo de cultivo perfecto para el incremento de molestias de espalda, la causa número uno de absentismo laboral en el mundo desarrollado.
Caminar mientras hablas por teléfono y hacer todas las micropausas necesarias, movilizando todo el cuerpo (con unas sentadillas, por ejemplo), son hábitos que pueden incorporarse a la rutina desde el primer momento y marcar una gran diferencia.
Montar una oficina lo más ergonómica posible en casa es básico para evitar mayores problemas. Algunos puntos a tener en cuenta:
☑️ Eleva la computadora portátil sobre una pila de libros para que la pantalla quede a la altura de los ojos. Es importante que no tengas que torcer el cuello para mirar a tu portátil o celular.
☑️ Añade un teclado y un ratón para mejorar la posición para teclear. Asegúrate de que el brazo está pegado a tu cuerpo cuando usas el ratón. Cuanto más necesites alargar el brazo, más posibilidades hay de que dañes el hombro o el cuello.
☑️Las piernas han de estar con las rodillas dobladas en 90 grados, nunca cruzadas.
☑️ Si los pies no llegan al suelo, puedes usar un cojín, manta u otro objeto para ganar altura.
☑️ No leas desde documentos o dispositivos como un iPad mientras estos están apoyados en la mesa, porque esto supondrá que tienes que mover la cabeza constantemente hacia arriba y hacia abajo.
☑️Si es posible, usar un sistema de reconocimiento de voz, para dar un respiro a los brazos y muñecas.