Desde que se supo que se separaban, parecía que la ‘ideóloga’ de todo era Kim Kardashian y que Kanye West no era más que una parte pasiva en este matrimonio roto. Aislado en su rancho de Wyoming mientas que toda la acción sucede en Los Ángeles, el músico en realidad ya está en conversaciones con abogados para que le representen en el que va a ser el divorcio de la década, según apunta People.
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Y, es más, Us Weekly también revela que West no tiene nada de pasivo y que él también tenía una idea de familia que no compartía con Kim, con quien últimamente la relación se había vuelto ‘tóxica y hostil’. Glups.
Para empezar, Kanye West quería que toda su familia se mudase al rancho de Wyoming y no solo que pasaran temporadas allí, como venían haciendo hasta ahora. Además, según Us Weekly, estaba celoso de todo el tiempo que pasaba Kim con los niños, que estaban siempre con ella en Los Ángeles. No, ella no se veía viviendo a tiempo completo en el campo y tenía claro que su vida estaba en California.
La relación entre Kim y Kanye se había vuelto tan tirante últimamente que, por el bien de los niños, preferían estar lejos, para evitarles ser testigos de discusiones y malas palabras. Ya hacía tiempo que ninguno de los dos acudía a la terapia de pareja con lo que parece que ambos habían tirado la toalla respecto a su matrimonio.
Si las cosas ya estaban tensas, la fallida y confusa carrera presidencial de Kanye West fue la gota que colmó el vaso. Así han llegado a comienzos de 2021, hablando con abogados y preparados para el divorcio celebrity que más va a dar que hablar de las últimas décadas.