Después de superar ayer ampliamente una cuestión de confianza en el Parlamento, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se enfrenta hoy en el Senado a un día decisivo para el destino de su segundo Gobierno, después de haber obtenido ayer la confianza de la Cámara de diputados. La mayoría absoluta de 161 votos, sin embargo para apoyar a su Ejecutivo, tras la crisis abierta por la marcha de Italia Viva de Matteo Renzi, parece improbable.
Sur Florida/El Mundo
El ‘premier’ ha vuelto a criticar hoy ante los senadores, como ya hiciera ayer ante los diputados, los “ataques mediáticos muy duros” en los medios de los representantes de Italia Viva en las semanas anteriores. Y ha hecho de nuevo en su discurso un llamamiento a las fuerzas europeístas para poder seguir gobernando, y a los representantes políticos para recuperar la confianza de los ciudadanos. Conte ha repetido discurso ante el Senado, aunque ha matizado que, pese a que “los números son importantes”, lo que más importa es “es la calidad del proyecto político”.
Al igual que ayer, el jefe de Gobierno ha enumerado los logros de su gestión y las necesidades debido a la pandemia y repasó los objetivos por cumplir si obtiene el apoyo del Senado. Conte ha concluido su discurso entre aplausos y silbidos. Tras devolver el orden a la Cámara, con gran dificultad, la presidenta Maria Elisabetta Alberti Casellati ha cedido la palabra al senador Pier Ferdinando Casini para el primero de los discursos. Tras el debate, Conte volverá a tomar la palabra durante la tarde y la votación se producirá alrededor de las 21.00 horas (20.00 GMT).
De cara a la votación, los medios italianos aseguran que, por el momento, se ha quedado en 152 votos y que podría llegar a 158 con el apoyo de los senadores vitalicios y alguno más, pero lejos de la mayoría absoluta. Sin embargo, a Conte le valdría con una mayoría simple de 155 votos para permanecer al frente del Gobierno, incluso después de la salida de Italia Viva, según establece la Constitución. El número de apoyos está siendo incierto hasta el último minuto. La mayoría simple le daría la esperanza de reclutar a otros simpatizantes más tarde. Por encima de 155, el Gobierno podría continuar con relativa tranquilidad, de hecho fuentes del Gobierno dijeron que ese resultado sería “una victoria”.
En la Cámara baja, Conte logró ayer 321 votos a favor, 259 en contra y 27 abstenciones, con el apoyo fundamental de los partidos socios de su Gabinete, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), Partido Demócrata y Libres e Iguales, además del Grupo Mixto. El ‘premier’ contó con el apoyo de siete ex diputados del M5S, los representantes del MAE, parlamentarios elegidos en el extranjero y Renata Polverini, ex presidenta de la región del Lacio que con su gestó abandonó su partido Forza Italia. Pero los centristas de UDC no cambiaron idea.
OVACIONADO EN EL PARLAMENTO
“Pasemos la página”, dijo ayer Conte durante su intervención ante el Parlamento, que duró 55 minutos y ha desató 14 de aplausos. El ‘premier’, sin nombrar nunca a Renzi, reveló su malestar por los “durísimos ataques mediáticos de Italia Viva” y se ha referido en varias ocasiones a los ciudadanos italianos como espectadores de polémicas “incomprensibles y estériles”. “¿Era realmente necesario abrir una crisis política en esta etapa?”, reprochó Conte, como si quisiera dejar al descubierto la estrategia del líder que lo desafió.
“La crisis ha abierto una herida profunda en la mayoría y una profunda consternación en el país”, continuó el ‘premier’, entre las protestas de la derecha y de Italia Viva. Criticó a Renzi por haber llamado la atención de los medios internacionales sobre Italia y cerró la puerta a cualquier posible reconciliación: “En este punto, seamos sinceros, no podemos anular lo sucedido y recuperar ese clima y ese sentimiento de confianza que son imprescindibles”.