Los empresarios del sector, como ha constatado Alberto Peris, director ejecutivo y socio fundador de CESAE Business & Tourism School, “confían en las buenas previsiones para 2021 y no tanto en las ayudas o políticas que se pueda establecer para proteger el turismo. Ellos apuestan por las ganas de viajar de los turistas para obtener los máximos beneficios posibles en esta nueva etapa”.
Sur Florida / hosteltur
Lo cierto es que los turistas pos-COVID se han vuelto aún más exigentes por lo que, además de comodidad y servicios, buscan otros factores como la salud, el distanciamiento social o la libertad; pero a su vez quieren disfrutar todo lo posible de sus vacaciones como en el pasado, respetando aforos, horarios, medidas de seguridad y con una conciencia mucho más arraigada que antes.
1.- Vacunas contra el coronavirus. Sin duda lo más deseado es el fin de la pandemia, y para ello será fundamental comprobar el grado de eficacia sobre la población de las distintas vacunas que en breve se distribuirán de forma masiva.
2.- Ayudas públicas. A pesar de su resiliencia, el turismo ha sido tan duramente golpeado que su recuperación tendrá que ir de la mano necesariamente de financiación y ayudas económicas y fiscales de entidades públicas nacionales e internacionales. El cierre y la compraventa de hoteles van a ser puntos clave en la estrategia de los establecimientos supervivientes.
3.- Polarización del consumo turístico. La crisis ha provocado una importante pérdida de masa crítica en las clases medias. Esto hará que, por motivos económicos, determinados grupos sociales queden excluidos del entusiasmo por volver a viajar del que antes sí participaban. Si bien todo el sector del alojamiento sufrirá durante algún tiempo la crisis del coronavirus, el segmento MICE será el más afectado y su recuperación será la última en producirse.
4.- Mayor productividad de las empresas. La pandemia podría dar paso a un rápido aumento de la productividad de las empresas supervivientes, fruto de la adopción de nuevos procesos y tecnologías. En el caso del turismo todo ello irá ligado a la digitalización.
5.- Aumento de la robotización. La llegada del 5G y otras innovaciones tecnológicas van a permitir la aparición de robots autónomos mucho más potentes y operativos en cuanto a velocidad, latencia e hiperconectividad, que van a revolucionar los transportes, la logística y la hotelería. El desarrollo tecnológico y las redes sociales se van a convertir más aún en una herramienta imprescindible para obtener información, organizar viajes, compartir opiniones entre empresarios y turistas, fidelizar al cliente, mostrar los productos y servicios, y mejorar la reputación online, entre otros.
6.- Flexibilidad en las reservas. El factor precio seguirá siendo crucial, pero van a adquirir mucha importancia las condiciones de la reserva respecto a facilitar cancelaciones, cambios y reembolsos, para estimular así la demanda y generar confianza. Con la situación de pandemia actual se ha tenido que reconvertir la forma tradicional de comercializar los productos y servicios turísticos debido a la incertidumbre.
7.- Auge del turismo de lujo. Las marcas premium van a ir por delante en la recuperación, así como todo lo relativo al segmento del lujo. Los clientes van a mostrarse dispuestos a pagar más por servicios privados, productos exclusivos y ventajas que reduzcan el contacto con otros huéspedes o pasajeros.
8.- Predominio de los viajes domésticos y de naturaleza. Las staycations, que antes era tendencia alternativa, será pauta de consumo durante un largo tiempo. Gozarán por tanto de un mayor protagonismo los destinos no masificados de las grandes urbes, así como el turismo rural y de naturaleza.
9.- Nuevos actores en el sector. La crisis también representa un escenario de oportunidad. Fondos de capital riesgo, startups, multinacionales tecnológicas, sociedades de inversión inmobiliaria, entre otros, van a tomar posiciones en un sector con un potencial de crecimiento tan grande como en estos momentos es el turismo.
10.- Dimensión sanitaria de la seguridad. Aunque la pandemia remita, los viajeros de todo el mundo tomarán precauciones pensando en la COVID19. Las medidas de salud e higiene, magnitudes como la distancia social, etc., seguirán siendo fundamentales en 2021 para transmitir confianza en todo el sector.
11.- Nuevas formas de realizar previsiones. Estamos viviendo desde hace meses un escenario nunca visto para el que no tenemos un modelo con el que compararlo. Al ser un problema mundial que afecta a todos los sectores nadie puede hacer previsiones de la manera en la que estábamos acostumbrados. Esto va a continuar en 2021 hasta que la gestión de las restricciones por parte de los gobiernos se estabilice y podamos contar con la demanda natural de los clientes sin que estén coartados por leyes ni prohibiciones.
12.- Van a seguir surgiendo innovaciones en el sector en procesos, productos, nuevas formas de hotelería, de gastronomía…que seguramente no hubieran salido a la luz con tanta inmediatez si no hubiera sido necesario.
Todo esto dibuja un escenario en el que, según concluye Alberto Peris, “si las buenas noticias en medidas de seguridad y vacuna siguen avanzando, los clientes van a estar ya muy dispuestos a viajar y a romper con todo lo que hemos vivido en 2020, por lo que desde el verano de 2021 y en 2022 se podría prever una recuperación de la demanda y del precio medio importante”.