La Cámara de Diputados de Argentina aprobó en la mañana del viernes un proyecto para legalizar el aborto, que en las próximas semanas deberá ser votado en el Senado para convertirse en ley, en medio de amplias manifestaciones a favor y en contra de la norma. Con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones, el proyecto impulsado por el oficialismo -que estipula la interrupción legal y gratuita de los embarazos hasta la decimocuarta semana- fue aprobado por la Cámara baja. Se espera una votación más ajustada en el Senado.
surflorida/Reuters
“Hoy escribimos un nuevo capítulo en la historia. El proyecto de ley de IVE (interrupción voluntaria del embarazo) que enviamos al Congreso y que reconoce los derechos de las mujeres y otras personas gestantes tiene media sanción”, dijo en un tuit Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
De ser aprobada por el Senado, la norma podría marcar el camino hacia un cambio más amplio en América Latina, una región con una gran mayoría católica usualmente renuente a modificaciones legales que afecten a la sexualidad o la familia tradicional.
La iniciativa, que fue aprobada en un Congreso rodeado por miles de manifestantes con pañuelos verdes -a favor de la norma- y celestes -en contra-, contempla un proyecto de ley paralelo para asistir a las mujeres que desean seguir adelante con su embarazo y enfrentan severas dificultes económicas o sociales.
“¡Díganme si esto no es un genocidio, cuando no quieren mostrar un aborto! ¿Qué es esto y no lo quieren mostrar?”, dijo a Reuters Mariana Ledger en las cercanías del Congreso, mientras mostraba un muñeco sin cabeza y sin miembros con manchas rojas semejantes a sangre, al argumentar en contra de la medida.
El proyecto para despenalizar el aborto fue rechazado en otras oportunidades por el Parlamento argentino, aunque esta vez cuenta con el respaldo explícito del presidente de centroizquierda Alberto Fernández.
La actual normativa argentina solo permite la interrupción voluntaria del embarazo cuando hay un riesgo grave para la madre o en caso de violación, aunque los activistas destacan que las mujeres muchas veces no reciben atención adecuada, en particular cuando son pobres.
“El aborto como práctica médica existe. Aun con su prohibición legal nunca dejó de realizarse. La diferencia reside en las condiciones y los riesgos de salud y legales a los que se enfrenta una mujer dependiendo directamente de su poder adquisitivo”, dijo Carlina Ciak, una médica de 46 años y madre de dos hijos pequeños que se manifestó a favor del proyecto frente al Congreso.
Un proyecto similar de despenalización del aborto fue votado en el Parlamento en el 2018, pero tras aprobarse en la Cámara de Diputados fue rechazado en el Senado de la Nación, usualmente más conservador.