Jesús Tundidor, presidente del concejo municipal, y el Departamento de Bomberos de Hialeah dieron comienzo, iniciaron con una pequeña ceremonia, a la segunda jornada de distribución de equipos de protección contra el COVID-19 para empleados de asilos de ancianos de la ciudad.
Sur Florida/Telemundo 51
El evento ocurrió este miércoles 9 de diciembre frente a Salmo 23, una vivienda asistida para personas mayores ubicada en 808 W Firth Ave Hialeah.
Según Tundidor, con esta repartición “la Ciudad pretende ser proactiva en un momento que los casos de infectados por coronavirus están subiendo”.
Y añadió: “De esta forma, estamos asegurando que todos los empleados tengan sus máscaras y desinfectantes para las manos”.
Actualmente, se han detectado un total de 65 infectados (entre empleados y residentes) en diferentes centros de asistencia para personas mayores de Hialeah. Sin embargo, en Salmo 23 no ha ocurrido ni un solo caso de infección, desde que comenzó la pandemia.
“Las 2.500 mascarillas, y los 1.000 frascos de gel desinfectante”, que comenzaron a repartir hoy, “fueron donados por Clarity Labs y The Taiwan Consulte in Miami”, explicó el joven político.
“Con este gesto, queremos ayudar a las personas que están encargadas de cuidar a nuestros abuelos. Si ellos cuentan con medios de protección en sus casas, es menos probable que cuando vengan a trabajar puedan contagiar a las personas que tienen bajo su cuidado, que obviamente son las más vulnerables de nuestra comunidad”, sostuvo William Guerra, jefe de bomberos de Hialeah.
Por su parte, Melisa Soriano, asistente de administradora de Salmo 23, hogar de ancianos donde conviven 55 residentes, agradeció la ayuda en nombre de sus colegas.
“Aunque tenemos garantizado los medios de protección necesarios para trabajar dentro del centro, con esta ayuda, estaremos más protegidos cuando salgamos de las instalaciones a realizar nuestra vida privada. Estos medios tan necesarios, a veces, se nos dificulta conseguir y cuestan dinero”, comentó.
Asimismo, Soriano consideró que “es muy positiva la preocupación de la Ciudad por la seguridad del personal sanitario”.
La empleada quiso dejar claro que, aunque ya no se exige por las autoridades sanitarias que los trabajadores se hagan las pruebas de coronavirus dos veces al mes, “la dueña del centro [Odelmys Bello] mantiene dicha exigencia para evitar posibles contagios”.
Soriano aprovechó la oportunidad para instar a las autoridades a que les ayuden con los test del COVID que “muchas veces, costeamos de nuestro bolsillo”.
