Un grupo bipartidista de senadores y miembros de la Cámara de Representantes propuso un proyecto de ley de ayuda por el COVID de 908.000 millones de dólares que financiaría medidas hasta el 31 de marzo, incluyendo 228.000 millones de dólares en fondos adicionales del programa de protección de nóminas.
Sur Florida / Reuters
La medida aún no se ha plasmado en una legislación. Ni tampoco ha sido adoptada por el gobierno del republicano Trump, el presidente electo Joe Biden o los líderes del Senado o la Cámara de Representantes, de los cuales necesita aprobación.
Pero viene con el respaldo de un grupo de conservadores y moderados que afirman que interesará a una amplia gama de parlamentarios del Congreso.
Los legisladores esperan concluir su trabajo a mediados de diciembre, pero todavía tienen que aprobar un proyecto de ley de financiación para el gobierno o se arriesgan a un cierre de agencias a partir del 12 de diciembre.
Si el proyecto de ley de ayuda bipartidista gana apoyos en los próximos días, podría adjuntarse al proyecto de ley de gastos o avanzar por una vía separada.
“Sería una estupidez si el Congreso se va para Navidad sin un paquete provisional”, dijo el senador demócrata Mark Warner.
La presentación del plan en una conferencia de prensa en el Capitolio se produjo cuando el número de casos de coronavirus se disparó en Estados Unidos, junto con un aumento significativo de las muertes y muchos recursos hospitalarios en un punto de inflexión.
La senadora republicana Lisa Murkowski instó a que se actue rápidamente en relación con el plan bipartidista, porque se multiplican los cierres de empresas en su estado de Alaska “durante una época del año bastante oscura y fría”.
Los gobiernos estatales y locales recibirían ayuda directa bajo el proyecto de ley bipartidista, dijeron los legisladores estadounidenses. El senador republicano Mitt Romney explicó que el plan contiene 560.000 millones de dólares en fondos “reutilizados” de la Ley CARES promulgada en marzo.
Las aerolíneas estadounidenses recibirían 17.000 millones de dólares de apoyo a las nóminas por cuatro meses.
La propuesta, que aún no cuenta con el apoyo de la Casa Blanca ni de los líderes del Congreso, reserva 45.000 millones de dólares para el sector del transporte de Estados Unidos, incluyendo aerolíneas, aeropuertos, autobuses y los ferrocarriles Amtrak.