22 de noviembre de 2024 11:46 PM

El signo dispar del Gobierno y el Senado en EEUU podría propiciar fusiones de empresas

La proyectada victoria de Joe Biden en la presidencia de Estados Unidos y la posibilidad de que el Partido Republicano retenga el control del Senado de Estados Unidos podría impulsar un repunte en las fusiones y adquisiciones, que se han visto perjudicadas por la pandemia de COVID-19, según dijeron expertos en estas operaciones.

Sur Florida/Reuters

Banqueros y abogados que asesoran a las empresas sobre fusiones y adquisiciones dijeron que el resultado, si se confirmaba, era el mejor posible para proporcionar el entorno económico y reglamentario estable que necesitan las empresas a la hora de negociar operaciones.

Prevén que Biden, el candidato del Partido Demócrata, sea más predecible en el Gobierno que el presidente republicano Donald Trump, y que un Senado de Estados Unidos controlado por los republicanos frene las políticas más intervencionistas de Biden.

“Esta dinámica puede ser muy propicia para realizar transacciones, porque proporciona estabilidad”, dijo Peter Orszag, quien trabajó en la Casa Blanca bajo el presidente Barack Obama y ahora dirige el brazo asesor financiero del banco de inversiones Lazard Ltd.

“La única salvedad es que hay menos posibilidades de otra gran ronda de estímulo, que ayudaría a las perspectivas macroeconómicas, al no haber conquistado los demócratas el Senado”, añadió Orszag.

Todas las principales cadenas de televisión de EEUU proyectaron que Biden ganaría la presidencia el sábado, aunque Trump prometió seguir impugnando el resultado en los tribunales. El 5 de enero se celebrarán dos elecciones al Senado de Estados Unidos en Georgia, que decidirán qué partido controlará la Cámara Alta, con los republicanos como favoritos para retener el control si se repite la votación de esta semana.

Los republicanos, que tienen una ligera mayoría en el Senado, podrían bloquear amplias parcelas de la agenda legislativa y de gastos de Biden, así como nombramientos clave para su gabinete y agencias gubernamentales.

“A los líderes corporativos y los mercados les gusta la estabilidad. El bloqueo, a su manera, puede considerarse como un elemento estabilizador, como vimos durante la Administración Obama”, dijo Cary Kochman, codirector de fusiones y adquisiciones globales en Citigroup Inc.

Aunque la actividad de fusiones y adquisiciones se disparó en el tercer trimestre, cuando los ejecutivos se apresuraron a retomar unos acuerdos congelados en el punto álgido del brote de coronavirus, el volumen de acuerdos a nivel mundial ha disminuido en un 12% en lo que va de año, hasta alcanzar los 2,84 billones de dólares, según el proveedor de datos Refinitiv.

El volumen de negocios de las empresas estadounidenses adquiridas ha bajado un 32% en lo que va de año, a 1,07 billones de dólares.

Según fuentes que participan en estas operaciones, la certeza sobre la política financiera y regulatoria será crucial en los próximos meses para mantener en marcha las fusiones y adquisiciones, mientras se propaga la nueva ola de infecciones por coronavirus en Estados Unidos y en la mayor parte del mundo.

“Me atrevería a decir que algunas fusiones y adquisiciones se han retrasado durante la Administración Trump, porque Trump podría ser a veces impredecible con su cuenta de Twitter”, dijo Bill Curtin, director mundial de fusiones y adquisiciones de Hogan Lovells.

Si los demócratas se hubieran hecho con todo el control parlamentario, algunos negociadores de adquisiciones habrían temido especialmente algunos aspectos de la agenda de Biden, como los aumentos de impuestos. Biden ha propuesto aumentar la tasa de impuestos sobre las plusvalías del 20% al 39,6% para aquellos que ganan más de 1 millón de dólares. Esto habría hecho más caro para los propietarios de las empresas sacar rentabilidad a sus activos con su venta.

“El tema de los impuestos no será tan fundamental en las operaciones, ya que no se espera que Biden sea capaz de llevar a cabo de manera inmediata grandes reformas en los impuestos corporativos o en el sistema sanitario”, dijo Patrick Sarch, socio del bufete de abogados White & Case LLP.

LAS BARRERAS A LAS ADQUISICIONES CHINAS PERMANECERÁN

Es previsible que continúe el estricto control de las adquisiciones de empresas estadounidenses por parte de entidades chinas, unos procesos que se intensificaron bajo el régimen de Trump, según las fuentes consultadas.

En los últimos cuatro años, Estados Unidos bloqueó muchas adquisiciones chinas, especialmente de empresas tecnológicas estadounidenses, por motivos de seguridad nacional, e incluso ordenó a algunas empresas chinas, como los propietarios de las aplicaciones de redes sociales TikTok y Grindr, que se deshicieran de ellas.

La profunda sospecha de Estados Unidos sobre el poder económico, los avances tecnológicos y las normas de contabilidad de China probablemente tendrán como consecuencia que muchos de los obstáculos a las inversiones transfronterizas permanezcan en vigor con Biden, según los expertos consultados.

“El enfoque nacionalista y el alto grado de control sobre los acuerdos sensibles que han surgido en los últimos años no desaparecerán pronto”, dijo Néstor Paz-Galindo, codirector mundial de fusiones y adquisiciones en UBS Group AG.

Un sector corporativo que podría ser beneficiado por el resultado de las elecciones es la industria del petróleo y el gas, según estos expertos. Los bajos precios de la energía han alimentado una ola de consolidación en el ámbito del petróleo en las últimas semanas, y esto podría continuar sin obstáculos mientras los republicanos restrinjan la agenda de energía limpia de Biden.

“Se van a ver movimientos en las valoraciones en el sector energético. El mercado percibirá que un Senado Republicano hará que para Biden sea más difícil regular el sector de la energía de Estados Unidos de lo que habría querido”, dijo Vito Sperduto, codirector de fusiones y adquisiciones globales del Royal Bank of Canada.

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