De esta forma, el aeropuerto de Fort Lauderdale-Hollywood sería el primer puerto aéreo de importancia en seguir el ejemplo europeo.
El alcalde del condado, John Rodstrom, un viajero frecuente que a veces vuela hasta cuatro veces a la semana por su trabajo en la industria de los títulos valor, dijo que no creía que los europeos tomaran esa decisión a la ligera, y presionó para que la comisión condal votara para pedir a la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, siglas en inglés) que suspenda el uso de sus escáneres de retrodispersión (backscatter) hasta que se pueda asegurar definitivamente que son seguros.
Y la comisión decidió por un voto de 5-4, pedir la suspensión del uso de esas máquinas.
En su voto, los comisionados acordaron pedir a la TSA varias cosas:
Revisar las razones que determinaron la prohibición en Europa, si ellos están de acuerdo o no, y por qué.
Definir el término de “viajero frecuente” y que reporte si esas personas tienen alto riesgo de exponerse a desarrollar cáncer por pasar repetidamente por los escáneres.
Si el riesgo es alto, piden al TSA poner letreros que adviertan a los viajeros frecuentes cuántos pasos por esas máquinas a la semana son convenientes.
Si están de acuerdo con la decisión tomada por La Unión Europea, consideren la suspensión del uso de los escáneres en Fort t Lauderdale.
Jonathan Allen, vocero de TSA en Atlanta no dijo si la agencia seguirá la solicitud del condado. Indicó que la agencia está satisfecha con un reporte del Departamento de Seguridad Nacional, que concluyó que la tecnología usada en los escáneres “encaja dentro de los estándares nacionales y es segura para todos los pasajeros”.
Sin embargo, dijo que TSA trabajará con el Congreso federal para “evaluar la necesidad de otro estudio con el fin de valorar la seguridad de esas máquinas”.
Anotó que los pasajeros que se sientan inquietos pueden optar por la requisa manual (pat-down).