El presidente estadounidense Donald Trump se dirige el martes al campo de batalla electoral de Pensilvania con la esperanza de replicar la ola de apoyos de última hora que sorprendentemente le hizo alcanzar la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2016.
Sur Florida / reuters
Pero con más de 30 millones de votos anticipados ya emitidos a dos semanas de los comicios del 3 de noviembre, el tiempo se está agotando en su contienda contra el aspirante demócrata Joe Biden.
Las encuestas nacionales muestran que el exvicepresidente Biden lleva una amplia ventaja sobre el republicano Trump, aunque la contienda está más reñida en los denominados estados pendulares como Pensilvania, Florida y Carolina del Norte.
Trump ha ganado algo de terreno a Biden en Pensilvania, según una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el lunes, que mostró que el contendiente demócrata ganaba por 49% a 45%, un margen algo más estrecho que una semana antes.
Trump va a celebrar un mitin en Erie, en la esquina noroeste del estado, a las 2300 GMT. Biden no tiene ningún evento previsto.
La gestión que ha hecho Trump de la pandemia de coronavirus, que ha matado a más de 219.000 estadounidenses y ha dejado a millones de personas sin trabajo, ha tenido un gran impacto en sus perspectivas de reelección.
A pesar del aumento de los casos de esta enfermedad altamente contagiosa, que mandó a Trump tres días al hospital, el mandatario ha retomado un apretado programa de viajes de campaña que incluye eventos en los que sus partidarios están aglomerados y muchos de ellos sin mascarilla.
Trump sigue pidiendo que se ponga fin a las restricciones sociales, que según los expertos médicos podrían limitar la propagación del coronavirus, y que el país vuelva a abrir sus puertas. El lunes arremetió contra el experto en enfermedades infecciosas Dr. Anthony Fauci, calificando de “desastre” a una figura muy reputada en la comunidad científica.
El camino de Trump hacia la victoria se está estrechando en la carrera estado por estado que determina quién se sentará en la Casa Blanca el 21 de enero de 2021.
Las encuestas de Reuters/Ipsos también muestran a Trump a la zaga en Wisconsin y Michigan, los otros dos estados del Cinturón del Óxido que ganó por poco hace cuatro años. Trump también por detrás en Arizona y ambos candidatos están empatados en Florida y Carolina del Norte.
Ya se han emitido más de 30 millones de votos, según el Proyecto de Elecciones de la Universidad de Florida, más de una quinta parte del total de votos en la última contienda presidencial de hace cuatro años.
Los primeros resultados muestran que los demócratas registrados superan a los republicanos en la mayoría de los estados que registran la afiliación a un partido. Trump ha dicho repetidamente que el voto por correo es poco fiable, aunque los expertos dicen que es tan seguro como cualquier otro método.
Su campaña y el Partido Republicano han buscado, con distinto éxito, limitar el voto por correo en los estados que lo ampliaron por el temor a la propagación del coronavirus en centros de votación atestados.
En Pensilvania, su campaña no ha logrado evitar la instalación de buzones de votos, una opción popular en muchos otros estados.
El lunes, el Supremo estadounidense también permitió a las autoridades estatales contar los votos por correo que lleguen hasta tres días después de las elecciones del 3 de noviembre, rechazando una iniciativa republicana que pedía rechazar todos los votos llegados tras el día de las elecciones.
El voto anticipado en persona, que ya se está llevando a cabo en muchos estados, comenzará en Wisconsin, Utah y Hawai el martes.
Trump y Biden se enfrentarán en un debate final televisado el jueves, su segundo encuentro de este tipo después de que Trump rechazase el que estaba previsto la semana pasada por un desacuerdo sobre el formato virtual del mismo tras contagiarse de COVID-19.
Los organizadores dijeron el lunes que desplegarán un botón de silencio para asegurar que cada candidato tenga la oportunidad de hablar durante dos minutos al principio de cada segmento de debate de 15 minutos, en un intento de evitar las interrupciones que arruinaron el primer debate.
La campaña de Trump se opuso al cambio de reglas, pero dijo que el republicano participará.
“Participaré, pero creo que es muy injusto”, dijo Trump a los periodistas a bordo del Air Force One.
“Participaré pero es muy injusto que hayan cambiado los temas y es muy injusto que de nuevo tengamos un presentador totalmente parcial”.