20 de septiembre de 2024 3:07 AM

Los peloteros eligen al cubano José Abreu como el Mejor del Año y esperen más premios

José Abreu comenzó a recibir el primero de unos cuantos premios. El inicialista cubano fue elegido el Jugador del Año en las Grandes Ligas, de acuerdo con la votación realizada por sus propios colegas y que dio a conocer este jueves la revista The Sporting News.

Sur Florida / elnuevoherald

Durante la temporada de 60 encuentros en el 2020, el primera base de los Medias Blancas de Chicago lideró la Liga Americana en hits (76), impulsadas (60), porcentaje de slugging (.617) y total de bases (148), mientras que finalizaba segundo en jonrones (19).

La candidatura de Abreu era la más sobresaliente y puede ser un anticipo de otros galardones de prestigio como el Hank Aaron al mejor pelotero ofensivo del Joven Circuito y al de Más Valioso que otorga la Asociación de Cronistas Especializados en Béisbol (BBWAA).

En una encuesta realizada por la revista entre 180 peloteros, Abreu recibió 47 votos para ganar cómodamente por encima del lanzador de los Indios de Cleveland Shane Bieber y el primera base de los Bravos de Atlanta Freddie Freeman, los cuales recibieron 25 y 21 votos, respectivamente.

El aporte de Abreu ayudó a que los Medias Blancas finalizaran con su primera contienda ganadora desde el 2012 y su primera presentación en los playoffs desde el 2008 para darle un toque de llegada al proceso de reconstrucción emprendido por esa franquicia.

Por otra parte, el cubano se convirtió en el tercer jugador de esa organización que conquista el premio de Jugador del Año, después de que lo obtuvieran Early Wynn en 1959 y Frank Thomas en 1993.

Callado, sin estridencias ni controversias, como un trabajador que se levanta todos los días a realizar su faena sin mirar al lado y sin pedir galardones artificiales ni reflectores extras, Abreu se siente feliz en Chicago. Tal vez en Boston hubiera logrado unos millones más o en Nueva York, pero su corazón no se hallaría en ese estado de gracia que nace de encontrar un hogar, de sentirse querido.

Ni grita ni se inflama, pero su ejemplo prima en el clubhouse. Se trata de un liderazgo sereno, limpio. Cuando pase el tiempo y Luis Robert Moirán y Yoan Moncada contemplen sus carreras avanzadas y fructíferas -eso esperamos- habrán de reconocer la benévola y fecunda influencia de un pelotero de apellido Abreu.

Claro está, hablamos de una avenida de doble vía y Abreu ha pagado y está pagando -quien sabe si entregando algo de más- hasta el último centavo que los Medias Blancas invierten en su salario. Su producción ha sido estable, profusa y necesaria. De él se esperan cierto número de cuadrangulares e impulsadas que siempre terminan ahí en sus casilleros individuales.

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