23 de diciembre de 2024 4:55 AM

Dólar a dólar, mexicanos de EEUU se unen para mejorar México

¿Cómo mejorar la vida de una veintena de campesinos en Atlixco, en el centro de México? Creando un túnel de 100 metros de largo para deshidratar hierbas como el orégano, el epazote o la hoja santa.

Sur Florida / AP

De esta forma, un empresario mexicano en Estados Unidos que ayuda a pagar por el túnel les comprará las especias directamente a ellos, a mejor precio que otros distribuidores que se rigen por la oferta y la demanda y les ofrecen a los campesinos poco dinero en la central de abastos.

Proyectos así son los que está germinando Fuerza Migrante, una plataforma binacional, con integrantes en Estados Unidos y en México. Sus miembros están interesados en invertir en su país natal para evitar que sus compatriotas se vean forzados a emigrar a Estados Unidos. 

La idea de la deshidratadora podría significar que miembros de esas veinte familias campesinas no se vean forzados a emigrar al norte. Si funciona, podrían construirse otros túneles.

“Queremos apoyar al pequeño productor, al que no tiene más que una parcelita, y quitarles a los acaparadores que los exprimen mucho y les compran a muy bajo precio”, dice Nicolás Aguilar, el empresario e integrante de Fuerza Migrante que pagará parte del túnel.

Aguilar, dueño de una distribuidora de alimentos mayoritariamente mexicanos en Nueva Jersey, también se beneficiará, ya que dice que obtendrá especias de mejor calidad para venderlas en Estados Unidos. 

Miembros de Fuerza Migrante han firmado un acuerdo con la Congregación Mariana Trinitaria, un grupo con sede en Oaxaca, para que contribuya al proyecto de la deshidratadora, además de muchos otros. También han negociado con la Fundación Emiliano Zapata, en Ciudad de México, para que ésta coordine la compra a los campesinos a un precio justo.

Fuerza Migrante, conformada a finales del 2019 por educadores, profesionales y trabajadores de varios estados de Estados Unidos y México, se concentra en invertir en proyectos productivos en estados expulsores de migrantes, como Puebla, Guerrero, Hidalgo, Michoacán o Oaxaca. También están organizando proyectos en salud y educación.

Los proyectos de inversión son varios: desde recolectores de agua fluvial en Oaxaca a mejores pagos por parte de distribuidores en Estados Unidos a campesinas que cultivan cebolla en Zacatecas.

La plataforma logró recientemente otro tipo de victoria: restituir la posición del diputado migrante en el Congreso de Ciudad de México.

“El punto central de todo esto es que pequeños ejercicios, como el diputado migrante en la Ciudad de México, se pueden hacer a gran escala”, explicó Jaime Lucero, presidente de Fuerza Migrante, a The Associated Press.

“Lo que nosotros (los mexicanos) necesitamos es recuperar la confianza en nosotros mismos para poder llevar a cabo cosas como esta. Fuerza Migrante es un movimiento que busca precisamente devolvernos esa autoestima”, agregó. 

Los mexicanos han contribuido durante décadas a su país desde Estados Unidos, a través de remesas o inversión en proyectos productivos. Sin embargo, Fuerza Migrante quiere hacerlo sin depender de la financiación del gobierno federal mexicano, que solía aportar a este tipo de inversiones a través de un programa conocido como 3×1: inversión del migrante, del gobierno estatal de éste y del gobierno federal. 

Los mexicanos en Estados Unidos representan la nacionalidad con el mayor número de inmigrantes: un 25% de total en el país proviene de México, lo que se traduce en unos 11 millones, según el centro Pew de investigación. Sin embargo, los mexicanos no tienen mucho poder político en el país y están poco cohesionados. 

“Las organizaciones se han estancado regionalmente”, dijo Lucero. “En Fuerza Migrante vamos dejando esas divisiones y vamos pensando en el colectivo. Vamos pensando que los problemas no son de los michoacanos nomás, ni de los de Puebla, son problemas a nivel migrante, a nivel grande. Ese es el mensaje que nos urge, que todas las organizaciones y liderazgos dejen de ser locales y vayamos al escenario nacional y en México”.

Lucero llegó a Estados Unidos en 1975 y empezó a lavar platos en un restaurante. Hoy en día es el dueño de una empresa de distribución de ropa y financia las operaciones de Fuerza Migrante, que cuenta con más de 190 federaciones y grupos de mexicanos de todo Estados Unidos y México como miembros. 

Sus integrantes son voluntarios: Algunos son empresarios y otros son mexicanos con menos poder adquisitivo que quieren invertir en su país. 

Una de las primeras victorias para la plataforma se dio en agosto, cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial en México obligó a restituir la figura de diputado migrante en el Congreso de la Ciudad de México. Los diputados habían votado a favor de eliminar esa figura el año pasado. Sin embargo, Fuerza Migrante interpuso una demanda y tras una batalla judicial de ocho meses la plataforma logró que un juez fallara a su favor.

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