La Comisión Judicial del Senado tendrá el próximo lunes, 12 de octubre, una audiencia en torno a la nominación a la Corte Suprema de Justicia de la jueza Amy Coney Barrett.
Sur Florida / Telemundo 51
El presidente Donald Trump eligió a Barrett como la persona para ocupar la silla de la fallecida Ruth Bader Ginsburg y ahora la Cámara Alta comenzará el proceso de confirmación.
Se informó que la audiencia se extenderá hasta el jueves, 15 de octubre.
Trump dijo anteriormente que Coney Barrett es una de las “mentes legales brillantes y talentosas” de la nación, y la llamó “muy eminentemente calificada para el trabajo”.
En lo que es su tercera nominación a la Corte Suprema, el mandatario afirmó que sería la primera madre con niños en edad escolar en servir en este alto tribunal.
Barrett, de 48 años, es una católica devota con siete hijos y una favorita de los conservadores religiosos y se considera que rechaza de plano el aborto. Estuvo entre los finalistas para la segunda nominación de Trump al Supremo, que finalmente obtuvo el juez Brett Kavanaugh.
Barrett fue nominada por Trump a la Corte de Apelaciones del 7mo Circuito federal y confirmada por el Senado en octubre de 2017 por 55 votos a favor y 43 en contra. El 7mo Circuito, con sede en Chicago, cubre los estados de Illinois, Indiana y Wisconsin.
En sus casi tres años en el puesto ha firmado unas 100 opiniones, incluidas varias opiniones discordantes en las que mostró su claro y consistente cariz conservador.
Barrett sirvió como asistente legal del juez de la Corte Suprema Antonin Scalia. Trabajó brevemente como abogada privada en Washington D.C. antes de volver a la Facultad de Derecho de la Universidad de Notre Dame, donde estudió, para convertirse en profesora en 2002.
En 2017, durante su vista de confirmación en el Senado para el puesto en la corte de apelaciones, los demócratas presionaron a Barrett sobre si sus creencias afectarían sus posibles fallos sobre el aborto y otras cuestiones sociales controvertidas.
Barrett respondió que se tomaba su fe católica en serio, pero que “yo recalcaría que mi afiliación religiosa personal o mi creencia religiosa no me eximen de mis deberes como juez”.
Está casada con Jesse Barrett, un exfiscal federal que ahora es socio en una firma legal de South Bend, Indiana. La pareja tiene siete hijos, incluidos dos adoptados en Haití y uno con necesidades especiales.
La selección de Barrett, si es confirmada por el Senado, le permitiría a Trump poner un sello histórico en el máximo tribunal apenas semanas antes de la elección presidencial.