En cualquier parte que se inaugure un restaurante Salt Bae, la carne y los problemas abundan.
Sur Florida/El Nuevo Herald
Conocido por su salpicadura de sal que se haya vuelto famosa en Instagram, vendiendo bistecs empanizados con polvo de oro a $1,000 y sirviendo abyectamente a todo tipo de dictadores el dueño de restaurantes turco Nusret Gökçe vio el sábado cómo le cerraban su restaurante de Boston, de acuerdo con el diario Boston Globe.
La Junta de Licencias y Servicios de Inspección de Boston ordenó que Nusr-Et Boston debía cerrar por incumplir un sinfín de veces los reglamentos sanitarios por el COVID-19, reportó el periódico.
Nusr-Et Boston acababa de abrir el pasado 18 de septiembre en el vecindario Bay Village, escribió el Boston Globe. En medio de reportes de que los comensales no usaban mascarillas ni seguían las reglas de distanciamiento social, la Junta lo cerró y le suspendió la licencia para vender bebidas alcohólicas “debido a la amenaza real e inminente a la salud y a la seguridad del público”, dijo en el reporte.
Gökçe, por cierto, no es ni de lejos el hombre más popular en Miami, tras haber enfurecido a la comunidad en el 2017 cuando apareció una foto en las redes sociales disfrazado como Fidel Castro. Los residentes venezolanos también organizaron una protesta afuera de su restaurante especializado en carnes de Brickell luego que se colgó en las redes un video de él en su restaurante de Estambul atendiendo en persona al gobernante venezolano Nicolás Maduro.
Nusr-Et Steakhouse en Miami continúa abierto. Hay más de una docena de sus restaurantes por todo el mundo, en sitios como Dubai, Ankara, Mykonos y Doha. A principios de este año, Gökçe inauguró Salt Bae Burger en Nueva York, al que Gothamist llamó “el peor restaurante en Nueva York en estos momentos”.