La tecnología no solo ayuda a mejorar la vida de los usuarios, también puede producir situaciones inverosímiles. Un buen ejemplo es el del pequeño pueblo galés de Aberhosan, que estuvo quedándose sin internet cada día a las 7.00 de la mañana durante 18 meses. Como señala « The Guardian», los vecinos de esta población, de apenas 400 habitantes, se acostumbraron a llamar religiosamente a la empresa de telecomunicaciones Openreach para que les ofreciesen una solución al problema.
Sur Florida/ABC
La compañía, finalmente, envió a un grupo de técnicos a la localidad para investigar el suceso. Los operarios pasaron días probando conexiones y reemplazando cables hasta que terminaron descubriendo la causa del problema: la vieja televisión de uno de los habitantes.
Al parecer, el vecino había estado encendiendo su viejo televisor de segunda mano cada mañana a las 7.00. El problema es que el dispositivo, al entrar en funcionamiento, estaba interfiriendo en la banda ancha de la localidad. «Como se puede imaginar cuando le indicamos esto al residente, se avergonzó de que su viejo televisor de segunda mano fuera la causa de los problemas de banda ancha de toda el pueblo. Inmediatamente acordó apagarlo y no usarlo de nuevo», señaló uno de los técnicos a «The Guardian».
El trabajador reconoció que había sido muy complicado encontrar el origen del problema. Tanto que Openreach tuvo que enviar a varios ingenieros de la compañía a investigar. Estos dieron con la causa gracias al empleo de un dispositivo capaz de medir la las interferencias eléctricas. «Caminamos de un lado a otro del pueblo bajo la lluvia torrencial a las 6 de la mañana para ver si podíamos encontrar un ruido eléctrico que apoyara nuestra teoría. Y a las 7.00, como un reloj, sucedió. Nuestro dispositivo detectó una gran ráfaga de interferencia eléctrica», apuntó el trabajador al medio británico.
