Los estudiantes soñadores de California tienen razones para festejar: el gobernador del estado, Jerry Brown, firmó el proyecto de ley conocido como Dream Act, que había sido aprobado por la legislatura en septiembre pasado.
La norma permitirá que los alumnos universitarios indocumentados, entre los cuales los hispanos son mayoría, accedan a ayudas públicas para financiar su educación superior.
Así, a partir de 2013 los jóvenes “sin papeles” de más alto rendimiento en la secundaria podrán postular para becas financiadas con fondos estatales tras ser aceptados en las universidades públicas o los colegios comunitarios de educación terciaria.
“Ir a la universidad es un sueño que incentiva la capacidad intelectual y el pensamiento creativo”, expresó Brown.