5 de noviembre de 2024 10:30 PM

El derby de la Florida favorece al Orlando City en un buen partido de visitante del Inter Miami

Cuando se esperaba que por fin había despegado, el Inter Miami sufrió otro traspiés este sábado en Orlando en un partido que mereció mejor suerte y que pudieron disfrutar algunos aficionados de ambos equipos desde las gradas del Estadio Exploria.

Sur Florida/El Nuevo Herald

En un encuentro con dos tiempos muy diferentes el Orlando City se impuso 2-1 al Inter, que de este modo sufrió su séptima derrota consecutiva, regresando al sótano de la Conferencia Este con 2-2-7.

El primero fue un autogol del zaguero central del Inter Andrés Reyes, desviando a las redes en un tiro libre muy bien cobrado por Mauricio Pereyra a los 34 minutos para el 1-0, que hacía justicia al mayor dominio de los locales durante todo el primer tiempo.

Para el segundo el entrenador de Miami Diego Alonso puso en la cancha a Brek Shea por Victor Ulloa y Dylan Nealis por Mikey Ambrose, que jugó solo unos minutos en el lugar de Ben Sweat, quien abandonó el terreno de juego por un golpe en la cabeza. Y los cambios funcionaron.

El Inter tomó el control del partido y precisamente Shea fue el autor del segundo con un espléndido cabezazo al minuto 65, tras un centro medido de Rodolfo Pizarro desde la derecha, empatando el choque 1-1.

Pero cuatro minutos después, al 69’ Pereyra la ajustó al poste derecho de Luis Robles para el 2-1 definitivo, tras un buen pase de Chris Mueller en un contragolpe que tomó mal parada a la zaga visitante.

Poco después llegó la polémica. El defensor de Orlando Rodrigo Schlegel cometió una falta cuando en boca de gol el delantero del Inter Julian Carranza se disponía a anotar y tras revisar el video el árbitro concedió el penalti y le sacó la segunda amarilla a Schlegel.

Pero el VAR determinó que en la jugada previa Carranza estaba adelantado por un pelo y al decretarse el fuera de juego se anuló tanto el penalti como la tarjeta roja.

Miami siguió atacando pero al final se quedó sin premio, tras la controversial jugada, luego de tirar más a puerta 12-8.

“Sin duda que se divide en dos tiempos. El primer tiempo no me gustó, absolutamente. Fuimos un equipo tibio. Nosotros no somos eso”, dijo Alonso. “Proponemos cuando atacamos, proponemos cuando defendemos y presionamos, y eso fue lo que pasó en el segundo tiempo. El equipo en la segunda parte fue otro”.

Esta vez falló la defensa, que tan buen papel venía haciendo, y Shea se va ganando un puesto en el once de Alonso, que poco a poco va formando un mejor equipo, apoyándose en un Matuidi que volvió a demostrar que es bueno para todo.

La derrota fue una pena sobre todo porque varias peñas del Inter se desplazaron a Orlando para animar a su equipo, que no pudo corresponderle con una victoria.

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