China ha comenzado una estricta campaña contra la producción y el uso de vacunas ilegales para la peste porcina africana, dijo el martes el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales, tras evidencia del uso generalizado de esos productos.
Sur Florida/Reuters
El gigante asiático está tratando de reconstruir su hato de cerdos después de que la peste porcina africana mató a millones de animales en el país en 2018 y 2019.
No existe cura ni una vacuna aprobada en ninguna parte del mundo contra la enfermedad, pero China está cerca de aprobar la primera vacuna para tratarla, y la semana pasada dijo que estaba ampliando los ensayos clínicos sobre un candidato prometedor.
Sin embargo, las vacunas producidas ilegalmente han circulado en el mercado durante meses y podrían complicar la introducción de un producto aprobado oficialmente.
En mayo, la prensa estatal informó que la policía de Chongqing había arrestado a siete personas por producir una vacuna falsa contra la peste porcina africana.
En la nueva campaña, la más fuerte hasta ahora, las autoridades provinciales llevarán a cabo inspecciones en laboratorios veterinarios, productores de medicamentos y criadores de cerdos para detectar cualquier evidencia de que pudieran haber desarrollado o utilizado una vacuna ilegal.