El Gobierno de Estados Unidos anunció este lunes que ha aprobado el uso de un desinfectante que inactiva el virus de la COVID-19 y cuyo efecto dura hasta siete días, un producto que comenzará a usar American Airlines en algunos aviones y que podría aplicarse en las escuelas para facilitar su reapertura.
Sur Florida/El Nuevo Herald
El desinfectante, llamado SurfaceWise2, podría suponer un punto de inflexión en la lucha contra el nuevo coronavirus al minimizar el contagio a través de superficies contaminadas, consideró hoy en una llamada con la prensa el administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés), Andrew Wheeler.
El producto ha sido fabricado por la biotecnológica Allied BioScience Inc., con sede en Texas, y de momento se aplicará solo en algunos aviones de American Airlines que realicen recorridos con origen en ese estado, aunque la aerolínea espera poder usar el producto en toda su flota en el futuro.
La eficacia del producto también se probará en dos instalaciones médicas en Texas de la empresa Total Orthopedics & Sports Medicine.
Según el Gobierno estadounidense, el producto inactiva el virus SARS-CoV-2 que genera la COVID-19, dos horas después de ser aplicado en una superficie y su efecto dura hasta siete días.
El producto podría suponer un alivio para las compañías aéreas, que han visto caer en picado el número de viajeros debido al miedo a contraer la enfermedad.
Además, si es eficaz, podría usarse para facilitar la reapertura de las escuelas, indicó la agencia.
Según los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), es posible contagiarse tocando una superficie o un objeto que tiene el virus si, a continuación, el virus entra en contacto la boca, nariz u ojos. Sin embargo, los CDC afirman que la principal forma de contagio es mediante interacciones humanas.
En términos absolutos, EEUU sigue siendo el país del mundo con mayor número de casos al superar los 5 millones, mientras que hasta ahora se han registrado más de 176,900 muertes debido a la COVID-19, de acuerdo al recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.