“¡Que no te tiemble la mano! ¡Acábalos!”, se escuchó el grito en el Pretee Hall del Centro de Convenciones de Los Ángeles donde el presidente Felipe Calderón dio un discurso a los mexicanos radicados en esta ciudad.
Era uno de los aproximadamente mil asistentes que pedía al mandatario de México continuar con esa estrategia de combate al crimen organizado.
“A mí no me tiembla, así es”, respondió el presidente que exponía su estrategia de combate al narcotráfico.
Dijo que esa estrategia está basada en tres puntos específicos: Enfrentar, contener y atrapar a los criminales; reconstruir nuevas instituciones policiacas, estableciendo pruebas de confianza a policías y ministerios púlicos, así como reconstruir el tejido social, con base en los valores de la familia.
Con esa estrategia, afirmó, está decidido a exterminar a lo que llamó “una plaga”.
Felipe Calderón llegó a Los Ángeles procedente de Nueva York, donde por la mañana dirigió un mensaje en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La entrada del presidente al Petree Hall fue entre abrazos, fotografías, apretones de mano y gritos de “¡Viva México!” por parte de los asistentes que no alcanzaron a cubrir las aproximadamente 1,400 sillas que se habían instalado.
Una funcionaria del consulado mexicano pidió a trabajadores del lugar que retiraran varias filas de asientos para que el salón no se viera desolado, y a pesar de que retiraron a al menos 300 sillas, aún así varios espacios quedaron vacíos.
“No cumplieron con los acarreados”, comentó uno de los periodistas que fueron sentados en las últimas filas, no de los privilegiados como Ciro Gómez Leyva, de Milenio TV; Pedro Ferriz, de Grupo Imagen, y Javier Alatorre, de TV Azteca, a quienes les reservaron asientos en primera fila.
Esperanzados en que el presidente Calderón propusiera soluciones concretas a la principal inquitud que tienen —la inseguridad—, representantes de la comunidad mexicana en esta ciudad acudieron al Centro de Convenciones.
Previamente las organizaciones de mexicanos en Los Ángeles tuvieron reuniones en el consulado para determinar qué se iba a plantear al presidente Calderón en su visita, y se determinó que los temas primordiales eran: educación, salud, reforma migratoria, Programa 3 x 1, pero sobre todo la inseguridad.
Mario Cárdenas, presidente del Consejo de Federaciones Mexicanas (COFEM), se mostró un tanto desilusionado.
“Fue un discurso que avala con cifras importantes lo que se ha hecho en México, pero a mí lo que me da tristeza es que realmente no se habló de los migrantes”, comentó al finalizar, “Mientras no haya una visión que integre a los migrantes en la política pública, pues vamos a seguir como estamos”.
Y es que el presidente Calderón habló de los logros, principalmente en materia de salud y seguridad, que su gobierno ha tenido en cinco años.
Presumió que todos los mexicanos cuentan con seguro médico y que de los 37 criminales más peligrosos que tenían en su lista, ya 21 han sido tachados.
También dijo que la economía de México se ha recuperado, que este año se han creado más de 500 mil nuevos empleos y que de 1996 a 2010 se redujo en un 40% la pobreza extrema.
Al igual como lo hacía el presidente Vicente Fox, Calderón se dedicó a alabar el valor y el trabajo de los migrantes mexicanos.
“Son lo mejor de nuestra gente”, les dijo.
Su administración, aseguró, no se ha olvidado de la reforma migratoria que se requiere en Estados Unidos. “Seguimos trabajando por ello”, comentó.
Respecto a este tema, Juan José Gutiérrez, activista pro inmigrante, señaló: “El presidente Calderón ya nada puede hacer a favor de la reforma migratoria, porque no lo hizo cuando pudo; ojalá no diga cosas que nos perjudiquen más, porque no nos ayudó en lo más mínimo durante estos cinco años, no se comprometió nunca con la reforma migratoria”.
Hay quienes aplaudieron el discurso de Calderón, como Luz Victoria Andrade, presidenta del Club Unidos por Ocampo, de la Alianza Duranguense.
“Fue un honor escucharlo y poder estar ante un mandatario humilde, que nos mostró su apoyo a nosotros que estamos de este lado, me animó a trabajar y a luchar más por nuestra gente en México”, mencionó.
Calderón llegó a Los Ángeles para presentar, ante un grupo selecto de empresarios y funcionarios, un documental en el que él mismo como protagonista promueve sitios turísticos del país, llamado México: The Royal Tour.
“Existe la necesidad de difundir que no todo México está viviendo esa violencia. Me parece acertado que haya hecho ese documental aunque ha sido muy criticado y, pues sí, a pesar de lo que ayer pasó en Boca del Río”, comentó Ángel Morales, presidente de la Federación Veracruzana en California, en referencia a los 35 cadáveres arrojados en una plaza pública de su estado.
Calderón estuvo acompañado de su esposa Margarita Zavala, y del secretario de salud, Salomón Chertorivski.
En representación de los mexicanos en Los Ángeles habló María Gómez Lomelí, una estudiante graduada de UCLA, quien hizo énfasis en la necesidad de que el gobierno mexicano continúe apoyando a los estudiantes indocumentados con las becas IME.