La visita exprés de Kim Kardashian a su marido Kanye West en el rancho de Wyoming en el que este se había atrincherado mientras orquestaba su campaña de cara a las elecciones presidenciales y desde donde publicó una serie de tuits muy críticos con su esposa y con su familia política, no consiguió aclarar si finalmente se divorciarían o no.
Sur Florida/El Diario
El polémico músico había anunciado en su perfil de la red social que eso era precisamente lo que llevaba intentando hacer desde hacía dos años y el hecho de que la celebridad regresara sola a Los Ángeles la semana pasada parecía presagiar que finalmente había conseguido su objetivo.
Sin embargo, Kanye ha sido visto este domingo subiendo a un jet privado en el aeropuerto de Cody (Wyoming) acompañado de su hijo Saint y se cree que Kim y el resto de su prole estaban esperándole en el interior del avión, que había despegado en Los Ángeles, donde se encuentra su hogar familiar.
La teoría que se baraja es que el matrimonio habría puesto rumbo a un destino que aún no ha trascendido para disfrutar de unas vacaciones durante las que tratarían de solucionar sus problemas actuales y decidir cuál será su futuro, o más en concreto, si lo afrontarán juntos o por separado.
