El sargazo vuelve a cubrir las playas de la Florida. Como la mayoría de los turistas que venían a una playa del sur de Florida para un descanso de cuarentena, la familia Mlynek tenía una escena perfecta en mente cuando llegaron de Oklahoma esta semana: aguas turquesa brillando al sol, palmeras que se mecen suavemente al viento y largos tramos de arena blanca reluciente.
Sur Florida / El Nuevo Herald
Pero lo que encontraron en Hollywood fueron montones de algas apestosas que cubrían la costa.
Las algas marinas vuelven otra vez a invadir las playas del sudeste de la Florida en momentos que grandes cantidades de sargazo que se mueven por el Atlántico hacen su escala anual en la zona. Pero este año parece que será realmente malo: una combinación de corrientes oceánicas y vientos estacionales del sureste está moviendo las algas desde Caribe oriental, cubriendo grandes extensiones de arena y convirtiendo las aguas cercanas a la costa en una sopa viscosa y maloliente.
“Es decepcionante, no es lo que esperábamos”, dijo Mike Mlynek, ejecutivo de la Cruz Roja que reservó unas vacaciones en el Margaritaville Hollywood Beach Resort con la esperanza de bañarse en una playa limpia durante una semana.
Las algas son un fenómeno natural y llegan regularmente a las playas de todo Atlántico, el Golfo de México y el Caribe. Pero se han convertido en un gran dolor de cabeza en los últimos años al afectar destinos turísticos populares como Cancún, donde la Armada Mexicana planea usar barcos en operaciones de limpieza, y en Barbados, donde el primer ministro dijo que el sargazo son una amenaza tan grande como un huracán para la economía local.
La situación por ahora no ha llegado a la de 2018, cuando una gran cantidad de sargazo cubrió playas desde Key Biscayne hasta Jacksonville. Pero es peor de lo que los científicos pensaban cuando emitieron los pronósticos a principios de este año, dijo Chuanmin Hu, profesor de Oceanografía Óptica en la Universidad del Sur de la Florida. Su laboratorio rastrea los movimientos de algas marinas basados en imágenes satelitales de la NASA y la NOAA.
“Hace varios meses pronosticamos que sería un mal año, pero no tan malo como 2018. Ya hemos visto un montón de sargazo llegar a nuestras costas más rápido de lo que esperábamos”, dijo Hu. “En este punto, parece que las cosas son peores que nuestros cálculos originales”.
La cantidad total de sargazo en el Atlántico es mayor de la que registró el año pasado, lo que no es muy alentador, agregó. Durante las próximas dos semanas, la costa este de Florida probablemente verá otra ola de algas llegar a sus playas.
En junio, las mareas de sargazo continuaron aumentando en la zona central del Atlántico central, creando lo que los científicos han apodado el Gran Cinturón de Sargazo del Atlántico. En los últimos años, esta manta de algas marinas de 5,500 millas que se extiende desde África Occidental hasta el Golfo de México se ha convertido en algo casi permanente.
En junio de 2018, la cantidad de algas era significativa, con más de 20 millones de toneladas métricas. El mes pasado, la cantidad total de algas aumentó a 12.7 millones de toneladas métricas, en comparación con 8.7 millones de toneladas en mayo. En junio de 2019, la cantidad de sargazo en el Atlántico totalizaron alrededor de 10 millones de toneladas métricas, muestra el sistema de supervisión de Hu.
Más algas se moverán hacia el norte por la costa este de Florida en agosto, mientras que el Caribe oriental seguirá experimentando grandes olas de algas septiembre de 2020, dijo Hu. El Caribe occidental también experimentará cantidades de moderadas a grandes.
Estas algas no matan vida marina, como la marea roja, o tóxica para los seres humanos, como las las algas dañinas.
En los años normales, el sargazo es en realidad algo positivo: el Mar de los Sargazos en el Atlántico Norte apoya una amplia gama de especies y juega un papel crucial en el sostenimiento de los primeros ciclos de vida de las ballenas, delfines y aves migratorias. Las tortugas marinas se dirigen desde las playas de Florida y el Caribe hacia las algas, donde encuentran alimento y refugio de los depredadores durante sus primeros años de vida. También es un refugio para especies que no viven en ningún otro lugar, como el pez sargazo, parecido a una rana, cuya apariencia imita a las algas marinas.
Las playas del Caribe, Florida y el Golfo de México experimentaron históricamente cantidades manejables de algas hasta 2011, cuando llegaron cantidades enormes a todas esas áreas. A finales de 2009 y 2010 hubo un patrón inusual de vientos y circulación en la superficie del agua en el Mar de los Sargazos, que llevó algas nuevos lugares y ampliando su área de distribución. Un número extraordinario de días soleados y más polvo rico en fósforo que llegó desde el Sahara también pueden haber contribuido al aumento.
Los científicos también creen que un aumento en la escorrentía de fertilizantes de las cuencas de los ríos Amazonas y Mississippi puede estar contribuyendo a las floraciones.
Todavía no se comprenden todas las razones de este fenómeno, pero el resultado es que grandes cantidades de sargazo parecen haberse convertido en algo normal, dijo Stephen Leatherman, director del Laboratorio de Investigación Costera de la Universidad Internacional de Florida. En grandes cantidades, puede evitar que las tortugas marinas recién nacidas lleguen al agua y pueden perecer, además del hedor de cuando las algas se descomponen.
“El sargazo es un gran problema para destinos como Barbados y Cancún porque afecta al turismo”, dijo. La Armada Mexicana está construyendo una flota de barcos para recoger las algas antes que lleguen a sus famosas playas, mientras que Barbados ha pedido a otras naciones del Caribe que se formulen soluciones regionales para hacer frente al flagelo.
En Hollywood, el gobierno municipal ha estado usando tractores modificados para preparar la arena temprano en la mañana antes que lleguen los bañistas. Pero eso no fue suficiente para Valeria Prieto, una visitante de la Ciudad de México. Caminó tentativamente hacia las olas, de puntillas alrededor de los montones más gruesos de sargazo. Rápidamente se mojó los pies en el agua y caminó de regreso a su silla de playa.
“Incluso si las cosas están mejor aquí que en otros lugares como Cancún, son las mismas algas y algo simplemente desagradable”, dijo.