El expresidente Evo Morales fue nuevamente demandado en Bolivia, esta vez, por promover y atentar contra salud tras protestas callejeras en plena pandemia.
Sur Florida/Diario Las Américas
La jefa de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS, partido del expresidente), Betty Yañíquez, y el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi también fueron demandados, informó el miércoles el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez.
“La demanda interpuesta es por los delitos de atentado contra la salud pública, instigación pública para delinquir, apología al delito, asociación delictuosa y destrucción de bienes del Estado”, explicó Núñez en rueda de prensa.
En la víspera seguidores del exgobernante (2006-2013) marcharon en rechazo al aplazamiento de las elecciones presidenciales debido a la pandemia del coronavirus. También se protagonizaron destrozos a una ambulancia y agresiones contra varios periodistas.
Morales, en su cuenta de Twitter, saludó la marcha en tres ciudades capitales y otra en la región cocalera a la que también representa. El exmandatario se encuentra refugiado en Argentina tras renunciar el 10 de noviembre de 2019, presionado por las protestas tras el fraude electoral de los comicios presidencuales de octubre.
“Si el gobierno de facto hubiese conseguido un respirador por cada juicio presentado en contra de dirigentes sociales y políticos, seguro que se habría podido afrontar mejor la pandemia. Criminalizando la protesta social no se resuelven los problemas”, escribió.
A su vez, la misión en Bolivia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó las agresiones a los periodistas y al personal de salud por seguidores de Morales.
“El derecho a la reunión pacífica es clave en democracia. Su relevancia amerita que la prensa pueda darle una cobertura libre de toda agresión”, señaló el organismo en Twitter.
El gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez también demandó al expresidente por terrorismo tras una convulsión social por los fallidos comicios de octubre.
El Ministerio de Salud reportó en su último informe que el país está por pasar 73,000 contagios y 2,720 decesos por la enfermedad.
La nación andina pasa por una “explosión de casos” y se prevé que el pico más alto llegue entre agosto y septiembre, explicó la ministra de Salud, Eidy Roca.
El 6 de septiembre estaban previstas las elecciones presidenciales, pero el Tribunal Supremo Electoral decidió postergarlas para el 18 de octubre debido a la pandemia. El TSE no llevó su decisión ante la Asamblea Legislativa —controlada por el MAS—, proceso que usualmente debería ocurrir.
Mientras, en varias regiones del país existe una saturación de los hospitales. En el caso de La Paz, la sede de gobierno, no hay espacios en las unidades de terapia intensiva.
Luis Larrea, presidente del Colegio Médico de La Paz, calificó de “terrible” la situación de la seguridad social y del sistema público de salud.
Los contagios llegaron a los trabajos de una planta de gas, que dejó de producir normalmente, ocasionando filas de personas con sus balones de gas en los predios de la planta en la vecina ciudad de El Alto.
En Cochabamba, los servicios fúnebres y de salud también están copados. Además hay una alza en los precios de los medicamentos.
La policía reportó que en un día recolectaron 75 cuerpos en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
