La funeraria Memorial Plan San José de Hialeah reubicó un contenedor refrigerado para poner fin a las protestas de residentes que consideraban que dicho depósito estaba muy cerca de sus viviendas y temían un contagio.
Sur Florida/Diario Las Américas
Durante la mañana de este martes, varios operarios contratados por Memorial Plan San José acercaron el contenedor al edificio principal de la instalación, lo rodearon con una maya y lo cubrieron con una carpa blanca.
“Hemos mantenido conversaciones con la funeraria desde el sábado. Y ellos, como buenos vecinos que son, movieron el refrigerador más adentro de su propiedad, sostuvo Carlos Hernández, alcalde de Hialeah en entrevista telefónica con DIARIO LAS AMÉRICAS.
El político quiso dejar claro que “nunca hubo peligro alguno para la salud de los residentes y que la funeraria no había infringido ninguna ley”.
Sobre el hedor que supuestamente salía del depósito refrigerado, Hernández señaló que, “de haber tales olores, el Departamento de Salud habría cerrado el lugar”.
Finalmente se mostró satisfecho por la forma en que ha tratado el conflicto y la actitud de las partes involucradas.
Un trabajador de la funeraria, que declinó dar su nombre, dijo que “nunca había sentido ningún olor, ni bueno ni malo. Al parecer, la gente estaba nerviosa al imaginar lo que guarda el contenedor”.
Este asunto fue discutido la noche del martes en la reunión del Concejo de Hialeah, donde de leyó la carta que la residente Liliana Acosta, vecina de El Portal, dirigió a la Ciudad, en la que describía la situación generada por el contenedor y pedía la intervención de las autoridades locales con soluciones y un plan para poner fin a este problema.
Los residentes del condominio El Portal, que colinda con la funeraria, salieron durante dos días a la calle con pancartas para protestar por la presencia del depósito. En algunos carteles se podía leer: “No quiero cuerpos infectados de COVID-19 en mi patio” y “Respeto a la vida humana”.
