23 de diciembre de 2024 3:29 PM

El vino, el nuevo elixir de la juventud y excelente antioxidante

Vino, elixir de juventudSe llama resveratrol y, aunque cueste pronunciarlo, este compuesto antioxidante empieza a estar en boca de todos por sus efectos antienvejecimiento. Los últimos en comprobar sus bondades rejuvenecedoras han sido unos investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison (EEUU). En un estudio con ratones han observado que bajas dosis de esta sustancia protegen el corazón de los trastornos propios de la edad.

“¿Cómo es posible que los franceses, con una dieta rica en grasas saturadas, mantengan sus corazones sanos y muestren una incidencia mucho menor de enfermedades cardiacas que los estadounidenses?”, se preguntaban los científicos. La respuesta la han encontrado en el vino tinto. Los franceses, al igual que los españoles, suelen acompañar sus comidas con un vaso de vino y es esta bebida, que contiene resveratrol, la que protege su organismo de algunas de las consecuencias perjudiciales del envejecimiento, según publican en la revista ‘PLoS One’.

Los autores comprobaron la acción del resveratrol en ratones de mediana edad. A algunos de ellos los alimentaron con una dieta normal, a otros con una dieta de restricción calórica –con un 20% o 30% menos calorías que una dieta normal y que en investigaciones previas ha demostrado ser eficaz a la hora de prevenir los daños que provoca envejecer- y a otros les dieron un suplemento con baja dosis de resveratrol, una sustancia presente en las uvas y en los productos derivados como el vino.

Como a medida que se cumplen años la expresión de los genes varía y se altera, los investigadores se fijaron en estos perfiles genéticos para ver la influencia del resveratrol. En concreto, se centraron en los cambios ocurridos en el corazón, los músculos y el cerebro.

De esta forma, observaron que en el corazón hay al menos 1.029 genes que cambian con el paso del tiempo y reducen la función cardiaca. Pues bien, si la dieta de restricción calórica reduce un 90% de estas alteraciones y previene el envejecimiento del corazón, el resveratrol no sólo no se queda atrás, sino que va incluso un paso por delante al evitar el 92% de los cambios. En aquellos ratones que tomaron la dieta normal no se observó ninguno de estos efectos.

Gran impacto en la salud pública

“Nuestro trabajo pone de manifiesto que introducir un vaso de vino o un suplemento de resveratrol en la dieta a partir de la mediana edad es tan eficaz para evitar los daños del envejecimiento en el corazón como llevar una alimentación con restricciones en la ingesta de grasas y calorías”, apuntan los investigadores.

Dado que muchas de las enfermedades de las personas mayores están relacionadas con el propio proceso de envejecimiento, “este hallazgo podría tener un gran impacto en la salud pública, al disminuir la incidencia de algunos trastornos coronarios y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, añaden.

Respecto a los efectos del resveratrol en el tejido muscular y el cerebro no fueron tan llamativos como en el caso del corazón, pero también ayuda a mantenerlos en forma. En el caso del tejido muscular, tanto el compuesto antioxidante del vino como la dieta de restricción calórica previenen el 26% de las alteraciones genéticas que favorecen el envejecimiento, mientras que en el caso del cerebro los porcentajes son del 13% y el 19%, respectivamente. A diferencia de la dieta restrictiva, el resveratrol no contribuye a una pérdida de peso.

Trabajos anteriores habían indicado que altas dosis de resveratrol podían alargar la esperanza de vida y reducir la mortalidad prematura en algunos invertebrados. Sin embargo, “hemos visto que el efecto positivo de esta sustancia es mucho mayor incluso a bajas dosis de lo que creíamos”, destaca Tomas Prolla, profesor de genética y uno de los autores del estudio.

Los investigadores piden que se realicen más ensayos clínicos para confirmar la importancia de estos descubrimientos. “La enfermedad cardiaca relacionada con el envejecimiento es una de las causas de muerte más común entre las personas de avanzada edad, por lo que este hallazgo podría generar una importante y nueva aproximación para mejorar la calidad de vida de estos individuos”, concluyen.

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