Dos familias arrestadas en los recientes operativos del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) permanecen encarceladas en la llamada “prisión bebé” de Pennsylvania.
Un grupo residía en la ciudad de Philadelphia y el otro en Los Angeles, California.
El centro de detención del condado Berks está ubicado en Leesport.
La cárcel opera mediante un acuerdo con ICE.
El centro, que mantiene a familias que entran ilegalmente al país, se suma a dos al norte de Texas. La cárcel ha sido objeto de críticas en múltiples ocasiones, y algunos consideran que debe ser cerrada, de acuerdo con el reporte de The Inquirer.
Con estos dos casos, ya son 25 inmigrantes de Guatemala, El Salvador, Honduras e India que permanecen detenidos en el recinto.
Aunque la administración del presidente Donald Trump amenazó por semanas con una megaredada, al momento se tiene constancia de solo 35 detenidos por dichas movidas de las autoridades federales.
Informes preliminares hablaban de aproximadamente 2,000 indocumentados que se verían afectados por los operativos., que supuestamente tenían abiertos procesos de deportación.
La prensa estadounidense reportó que durante la madrugada de este viernes 12 de julio un grupo de agentes del Servicio de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés) empezó a llegar al área de Inmmokalee, ubicada en el estado de Florida.
De acuerdo con los testimonios recopilados por Univisión, estos funcionarios habrían empezado a tocar las puertas de algunas casas. Los residentes de este sector agrícola del estado confirmaron la presencia de los agentes, aunque no se conoce si hubo detenidos.
La noticia se conoció casi paralelamente a las declaraciones ofrecidas por el presidente Donald Trump en las que confirmó los rumores sobre redadas masivas para deportar indocumentados y dijo que estos operativos comenzarían a partir del domingo 14 de julio.
El magnate justificó la autoridad del ICE y agregó que se concentrarán en los delincuentes para “enviarlos a prisión (en Estados Unidos) o a los países de donde proceden”. “Entraron ilegalmente, tienen que salir”, insistió Trump.
Para los legisladores demócratas, esta campaña es un intento por “intimidar a las comunidades de inmigrantes y latinos en todo el país”.
El presidente de México, país desde el cual miles de personas intentan cruzar hacia Estados Unidos, dijo que de presentarse deportaciones, ya existe un mecanismo de protección para sus ciudadanos y para los migrantes.
A mediados de junio Trump anunció que las redadas contra los migrantes indocumentados iniciarían a finales de ese mismo mes, pero pocos días después se echó para atrás y retrasó estos operativos durante dos semanas. Esto con el fin de darle un plazo a los congresistas demócratas y republicanos para que encontraran una solución frente a la crisis migratoria en la frontera sur del país.
Pero el mandatario no solo dio un ultimátum a los legisladores. El mes pasado puso a México contra las cuerdas al amenazar con aplicar aranceles a sus productos de exportación, de no tomar medidas para frenar la migración que llega a su territorio procedente de otros países centroamericanos e intentan cruzar hacia Estados Unidos.
Por ello la nación azteca decidió desplegar miles de agentes de sus Fuerzas Armadas hacia su frontera sur y así evitar las medidas económicas de Washington.
