Cuando te despiden de un empleo, generalmente tal decisión viene antecedida por un clima de crisis, tensión y angustia, que en ocasiones puede haberse prolongado durante varios meses y te ha venido perjudicando. Esa tensión y angustia acumuladas pueden transformarse en estrés , esto es, en alteraciones del estado de ánimo, falta de concentración, nerviosismo… Pueden aparecer también dificultades para dormir (ya sea al conciliar el sueño, despertarse muy temprano o tener pesadillas y sueños agitados), irritabilidad, falta de apetito…
Pero más allá de las consecuencias físicas, el despido del trabajo puede tener secuelas sobre el bienestar psicológico de la persona: desde falta de autoestima (“si me han despedido, será porque no valgo”, “me han despedido a mí porque lo hago peor que los demás”) hasta el bajo estado de ánimo y la apatía. Adaptarse a la nueva situación suele conllevar mucho esfuerzo y energía: se pasa de tener una ocupación fija durante un número importante de horas a tener por delante una larga jornada que no se sabe muy bien cómo llenar. Esto puede llevar a la desesperanza, la desilusión o incluso al enfado.
Por eso, si perdiste tu trabajo quizás sientas que tu vida se ha puesto de cabeza. Sin embargo, es en estos momentos en los que debes mantener la calma y llevar a cabo una serie de pasos que te ayudarán a organizar la búsqueda de un nuevo empleo de forma más rápida.
Entonces, lee estas cinco cosas que debes hacer desde el momento en que sepas que ya no eres parte de tu vieja empresa.
1–Añade estructura a tu semana
Una de las mejores maneras de superar la pérdida de un trabajo es crear una rutina diaria. Recuerda que la búsqueda de empleo necesita una estructura para que logres dedicar, por lo menos, 30 horas a la semana a la búsqueda de un nuevo puesto.
Por eso, lo mejor que puedes hacer es programar tu alarma a una hora, tomar un ducha y comenzar tu día, tal y como si fueras a tu trabajo.
2–Diles a todos lo que estás buscando
En lugar de decirle a todos solamente que perdiste el empleo, mejor háblales acerca de tus habilidades únicas a las personas que te pueden ayudar a conseguir un nuevo puesto.
Por ejemplo, puedes decir: “Como puedes haber oído, estoy explorando nuevas oportunidades en la gestión de proyectos que me permitan utilizar mi experiencia en la industria de la salud. ¿Conoce a alguien en X empresa que me pueda recibir?
3–Consigue información
El tipo de información que buscas incluye los nombres de las personas que trabajan en las empresas en las que estás interesado entrar. También debes saber qué tipo de habilidades son las que más valoran dichas compañías y cuál es el sueldo que manejan en el puesto que desearías.
Nunca asumas que ya sabes las respuestas a estas preguntas. Recuerda que, entre más sepas, mejor podrás presentar tus propuestas de contratación a tus posibles futuros empleadores.
4–Abre varios frentes al mismo tiempo
Busca a todos los contactos y referencias que puedas, incluso si no crees que te vayan a servir de mucho. Mantén un seguimiento ordenado de todos, para que explores todas las oportunidades que se te presenten y trates de obtener al menos una cita con cada uno de ellos.
5–Desarrolla un plan B
Necesitas saber qué hacer para generar un ingreso en el momento en que se acabe la ayuda de desempleo. Quizás tengas que considerar tomar un empleo en otra ciudad, por lo que deberías buscar empleo en otras partes también.
Al final, conseguir un trabajo en otra localidad podría ser mejor que seguir desempleado.
Con información: laopinion.com