25 de noviembre de 2024 11:52 PM

En 45 días Estados Unidos y México evaluarán acuerdo migratorio

En un plazo de 45 días Estados Unidos y México se sentarán a la mesa de negociaciones a fin de evaluar el alcance del acuerdo migratorio que priva entre las dos naciones, informó este lunes el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard.

En la conferencia de prensa que a diario ofrece el presidente de dicha nación, Andrés Manuel López Obrador, el canciller Ebrard afirmó que si México logra reducir el número de migrantes que entran al país, demostrará que los pasos tomados por el gobierno mexicano están funcionando. Agregó el funcionario que no se fijó un número específico.

El tono de la conversación ha sido muy duro especificó Ebrard, quien luego especificó que la política  se impuso sobre la confrontación. Señaló que no existen acuerdos secretos entre México y Estados Unidos y que lo único a lo que se comprometieron ambos gobiernos es a evaluar el acuerdo en 45 días y volver a negociar si el flujo de migrantes no disminuye.

Si esto ocurriera, explicó Ebrard, Washington volverá a poner sobre la mesa su propuesta para que México sea tercer país seguro es decir -que los migrantes tengan que pedir asilo en México antes que en Estados Unidos- y el gobierno mexicano, por su parte, propondrá que se establezca un sistema de refugio regional y que en las conversaciones participen tanto el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados como los gobiernos de Guatemala, Panamá y Brasil, por donde entran o pasan muchos migrantes.

En cualquiera de los casos, agregó el canciller, el Poder Legislativo mexicano deberá pronunciarse sobre cualquier iniciativa que pudiera salir de esas nuevas conversaciones.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, derecha, negó que existan acuerdos secretos con EE.UU. y que confía que se produzcan avances en el control fronterizo.

El secretario de Exteriores contestó así a los mensajes en Twitter de Donald Trump quien afirmó que había “otra parte muy importante del acuerdo de Inmigración y Seguridad con México, una que Estados Unidos estuvo pidiendo durante años”, que sería “revelado en un futuro no muy lejano y necesitará un voto del cuerpo legislativo de México”.

Según Ebrard, Estados Unidos quería que se firmara  “otra cosa totalmente diferente… Pero eso es lo que está aquí, no hay ninguna otra cosa que no sea esto que acabo de explicar: día 45 es la evaluación y si no logramos los resultados, tendríamos que participar en discusiones para un acuerdo que incluya el retorno de solicitantes de asilo bajo una perspectiva regional”, agregó sin ofrecer más explicaciones sobre este último punto.

El jefe de la diplomacia mexicana también reconoció que en el acuerdo suscrito entre ambos países no se aclara cuánto debe bajar el flujo de migrantes, lo que deja la puerta abierta a diferentes interpretaciones por parte de los dos países y a que regrese la amenaza de imponer aranceles.

De hecho, Ebrard reconoció que lo que le gustaría a Estados Unidos es tener cero migrantes que pasen por México. “Ellos dicen que cero… que no pasen por México, pero evidentemente yo creo que esa es una posición imposible, muy difícil”.

También señaló que el gobierno mexicano ha vivido “el momento más difícil de la relación” con Washington porque lo que Estados Unidos les planteó fue “casi un ultimátum, bueno, quítenle el casi”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se reuniría con todo el gabinete para analizar la implementación del acuerdo con Estados Unidos y la puesta en marcha de un plan “que nos permita cumplir los compromisos y evitar en el futuro cualquier amenaza de imposición de aranceles”.

El actual pacto para evitar los aranceles a todas las importaciones mexicanas compromete a México a recibir a todavía más centroamericanos solicitantes de asilo en Estados Unidos para que esperen su trámite en la frontera norte de México y a reforzar el control de la frontera sur con el despliegue de la Guardia Nacional.

El canciller recordó que ninguna de estas dos medidas son nuevas. El gobierno estadounidense ha retornado a México a más de 10.000 centroamericanos para que esperen en este país sus trámites de asilo desde el 29 de enero.

“No podemos tener transitando por México a 600 mil personas y no sabemos cómo se llaman. Entonces, la decisión que se está tomando es que vamos a pedirles que se registren y vamos a decirles qué opciones hay”, explicó el canciller mexicano.

Al mismo tiempo, Ebrard garantizó que se respetarán los derechos humanos de los migrantes, pero añadió que debido al flujo de personas que ingresan a su país iniciarán un proceso de registro.

Información VOA

 

 

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