Casi 800.000 reservas de cruceros se han visto afectadas por la decisión del Gobierno de Estados Unidos de prohibir “sin advertencia alguna” los viajes a Cuba, informó la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA).
La asociación informa de la medida que entró en vigor sin hacer un cálculo de los daños económicos ni juicios de valor, y resalta que afecta viajes “previamente aprobados” por el Gobierno estadounidense.
“Sin advertencia, los miembros de CLIA están obligados a cancelar todos los cruceros a Cuba de manera inmediata”, dice la declaración de la asociación.
Hay casi 800.000 reservas para viajes programados o en marcha afectadas por la decisión.
“Todas esas reservas se hicieron bajo un permiso general previamente emitido por el Gobierno de Estados Unidos (durante la Presidencia de Barack Obama) que autorizaba los denominados viajes ‘de pueblo a pueblo’ a Cuba”, señala CLIA.
El primer crucero autorizado a viajar a Cuba desde Estados Unidos en más de 50 años, el Adonia, de Fathom, filial de Carnival, zarpó de Miami el 1 de mayo de 2016 con destino a La Habana.
Carnival Corporation, la principal compañía de cruceros del mundo, afirma que los barcos de Carnival Cruise Line y Holland America Line ya no tienen permiso para tocar puertos en Cuba y lo mismo le sucede a Seabourn, otra de sus firmas, que tenía previsto iniciar viajes a la isla caribeña en noviembre de este año, destacó el Diario Las Américas.
La compañía Virgin Voyages, que se preparaba para enviar cruceros a Cuba desde Miami, anunció: “Estamos decepcionados por esta decisión”.
En noviembre de 2018 Virgin Voyages anunció que en el año 2020 recalará en La Habana con su buque Scarlet Lady, que está en construcción en un astillero italiano.
En un reporte publicado por la BBC, la supervivencia de esta “naciente clase media” está en juego por las nuevas medidas que entraron en vigor este 5 de junio, que también incluyen la restricción de “viajes educativos grupales”, una de las contadas categorías con las que los estadounidenses podían viajar legalmente a la isla caribeña.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha ido desmontando la política de acercamiento con Cuba protagonizada por su antecesor, que fue duramente criticada por la comunidad cubano-estadounidense de línea dura, a través de una serie de limitaciones a los viajes entre ambos territorios o las transacciones bancarias, entre otros
Ello ha aumentado la presión sobre Cuba, que desde finales de 2018 pasa por una ardua situación de escasez alimentaria y otros recursos y que tiene en el turismo la segunda fuente de ingresos de divisas del Estado.
“Con Obama se vivió un periodo de apertura y con Trump todo se cerró… y Cuba también se ha cerrado. Y para nosotros, emprendedores, que dependemos de nosotros mismos y tenemos que mantener a empleados, que dependen de nosotros, no dejan de darnos golpes por todos lados, desde el lado estadounidense y el lado cubano”, considera por su parte Lauren Fajardo.
Fajardo es otra de las destacadas emprendedoras que han surgido en los últimos años, en su caso, con una marca de ropa de diseño propio, Dador.
La razón detrás de la prohibición a los cruceros se encuentra en Venezuela, según explicó el Departamento de Estado. Su intención es frenar el “turismo velado”que, a juicio de Washington, “ha servido para llenar los bolsillos de los militares cubanos, que son la misma gente que apoya a Nicolás Maduro en Venezuela y que reprime al pueblo cubano”.
El gobierno de la isla rechazó de manera inmediata esa nueva “sanción” y consideró que Washington pretende “asfixiar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para arrancarnos concesiones políticas”, según escribió el canciller Bruno Rodríguez en Twitter.