El periodista y creador del portal de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, afirmó hoy que la práctica totalidad de las comunicaciones desde América Latina pasan por EEUU, y que este país utiliza el espionaje de éstas para afianzar su influencia en el mundo.
“El 98% de las telecomunicaciones desde América Latina al resto del mundo, incluidos mensajes de texto, llamadas telefónicas, correos electrónicos, etc, pasa a través de EEUU”, señaló Assange, en una entrevista ofrecida a la televisión rusa RT desde la Embajada de Ecuador en Londres, donde está refugiado.
En opinión de Assange, ese espionaje “permite a EEUU predecir, de alguna manera, el comportamiento de los líderes e intereses latinoamericanos, y también chantajear a casi cualquier persona importante”.
Assange explicó que “Estados Unidos ha intentado agresivamente impedir el intercambio económico a través de la intervención y el control de Swift, Visa, MasterCard, o el dinero enviado hacia América Latina mediante el Bank of America”.
“Estados Unidos se está apropiando de las interacciones económicas y de las telecomunicaciones, y lo que queda es un cierto control de la fuerza física del Estado”, señaló.
En relación al extécnico de la CIA Edward Snowden, que vive en Rusia asilado después de haber revelado una trama de espionaje masivo de los servicios secretos de su país, Assange señaló que WikiLeaks estuvo “implicado de modo formal e informal en las solicitudes de asilo de Snowden en alrededor de 20 países”.
“En algunos casos porque pensábamos que había una posibilidad real con esos países y en otros porque queríamos que el público viera que había un rechazo y generar un cierto debate público, y que hubiera testigos de cómo se estaban comportando los Gobiernos”, agregó.
El fundador de WikiLeaks recordó que fueron Venezuela, Bolivia y Ecuador los países de Latinoamérica que mostraron interés en otorgar asilo a Snowden.
Entre las actividades reveladas por el exanalista de la CIA figuran el espionaje a mandatarios de América Latina como la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien postergó una visita de Estado A Washington, prevista el 23 de octubre, al considerar insuficientes las explicaciones de su colega estadounidense, Barack Obama.
También fue espiado, según esas filtraciones, el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto. (EFE)