El presidente, Barack Obama, calificó hoy de “irresponsables” y “desesperados” a los republicanos por amenazar con el cierre del Gobierno federal con tal de impedir la aplicación de la reforma sanitaria, y señaló que su “verdadero temor es que la nueva ley tenga éxito”.
“Ningún Congreso antes de éste en la historia de EE.UU. ha sido tan irresponsable para amenazar con una suspensión de pagos”, dijo el mandatario en un discurso ante estudiantes universitarios en Largo, Maryland.
Obama cargó contra los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes y aprobaron la pasada semana una propuesta de ley para condicionar la renovación de los fondos destinados al funcionamiento del Gobierno federal a la retirada de la financiación para la Affordable Care Act (Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio), aprobada en 2010.
Además, la oposición conservadora pretende suscitar también la cuestión de la reforma sanitaria con ocasión del debate sobre el aumento del techo de endeudamiento del país.
Estados Unidos alcanzará su actual capacidad de endeudamiento en pocas semanas, y sin una autorización expresa del Congreso para rebasar el techo, el Tesoro no podrá hacer frente a sus obligaciones de pago.
“Cuanto más nos acercamos, más irresponsables se vuelven sus detractores. De lo que tienen miedo los republicanos no es de que falle (la reforma sanitaria), tienen miedo de que tenga éxito”, subrayó el presidente.
El mandatario realizó una encendida defensa de la ley sanitaria e instó a los ciudadanos a registrarse a partir del próximo 1 de octubre fecha en la que entrará en vigor uno de sus capítulos clave, el que permite que los ciudadanos sin seguro accedan a un nuevo “mercado” de seguros médicos individuales.
“La sanidad no debe ser un privilegio de unos pocos, es un derecho, en la nación más rica del mundo”, explicó el presidente, al defender la reforma sanitaria, que sus detractores han bautizado despectivamente como Obamacare.
Los republicanos en el Congreso han criticado la reforma sanitaria con el argumento, entre otros, de que obligar a adquirir cobertura médica supone una intromisión del gobierno en la vida de las ciudadanos y porque desalienta la creación de empleo al incluir la exigencia para los empresarios de ofrecer cobertura sanitaria para los trabajadores. (EFE)