Alrededor de 46,5 millones de personas en EE.UU., entre éstas casi 14 millones de hispanos, permanecieron sumidas en la pobreza en 2012, una estadística sin cambios respecto a 2011 que refleja las secuelas de la recesión, según un informe divulgado hoy por la Oficina del Censo.
El informe de 88 páginas fue difundido mientras el Gobierno del presidente Barack Obama, distraído por la crisis en Siria, intenta retomar su agenda doméstica, en particular la creación de empleos y la puesta en marcha el mes próximo de los “intercambios de seguro” dentro de la reforma sanitaria de 2010.
Según el informe, la tasa de pobreza en Estados Unidos fue del 15 % en 2012, es decir, unos 46,5 millones de personas, o uno de cada siete estadounidenses, permanecieron en la fila de los pobres el año pasado, una estadística sin cambios respecto a la de 2011.
Se trata del segundo año consecutivo en que ni la tasa de pobreza ni el número total de personas por debajo de la línea de la pobreza registran cambios.
La tasa de pobreza en 2012 fue 2,5 puntos porcentuales superiores a la de 2007, previo al inicio de la recesión económica.
Según un desglosado del informe, la pobreza entre los hispanos en 2012 fue del 25,6 %, o un total de 13,6 millones de personas.
A manera de comparación, la tasa de pobreza en 2012 entre los blancos fue del 9,7 %. Los blancos representan el 62,8 % de la población pero el 40,7% de los pobres en el país, según el documento.
Entre los negros, la tasa de pobreza el año pasado fue del 27,2 %, o un total de 10,9 millones de personas, mientras que entre los asiáticos fue del 11,7 %, o un total de 1,9 millones de personas.
Según el análisis, la tasa de pobreza fue del 21,8 % para los niños y jóvenes menores de 18 años, en comparación con el 13,7 % para adultos entre 18 y 64 años, y del 9,1 % entre los de 65 años o mayores.
Son cifras sin cambios respecto a 2011, con la excepción de que el número de pobres aumentó de 3,6 millones a 3,9 millones el año pasado entre los ancianos y jubilados, si bien la tasa permaneció en 9,1 %.
Los subsidios de desempleo sirvieron de escudo para 1,7 millones de estadounidenses que, sin esa ayuda, hubiesen engrosado las filas de los pobres, mientras que otros cuatro millones recibieron esa protección mediante los cupones de alimentos.
En 2012, el umbral de pobreza para una familia de cuatro personas -es decir el límite salarial para recibir subsidios federales- fue de 23.283 dólares, según el informe.
El informe ofreció un pequeño rayo de luz al señalar que el porcentaje de personas sin seguro médico disminuyó a 15,4 % en 2012, o un total de 48 millones, en comparación con el 15,7 % en 2011, que totalizó 48,6 millones.
Por otra parte, el informe del Censo señaló que la media de ingresos reales en 2012 para las familias fue de 64.053 dólares y para individuos fue de 30.880 dólares.
La brecha salarial entre hombres y mujeres que trabajan a tiempo completo no se movió un ápice respecto a 2011: el ingreso medio para las mujeres fue de 37.791 dólares, o un 77 % de la media de 49.398 dólares entre los hombres en 2012.
El ingreso real en EE.UU. ha sufrido un descenso del 8,3 % desde 2007, el año antes de que el país entrara en una recesión económica como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria.
Según el informe, los hogares encabezados por ciudadanos estadounidenses, ya sea nacidos en este país o naturalizados, percibieron mayores ingresos medios que aquellos encabezados por extranjeros.
El informe no deja duda de que la crisis económica golpeó a la comunidad latina: entre 2000 y 2012, los hogares hispanos registraron un descenso en sus ingresos medios de unos 5.219 dólares, un 11,8 %.
Para el Instituto de Política Económica (EPI, en inglés), el informe del Censo, que sirve de radiografía sobre el bienestar económico del país, no solo no es halagüeño sino que refleja el estancamiento salarial que atraviesa buena parte de la población.
“Las decepcionantes tendencias de la Gran Recesión y sus secuelas se producen en las postrimerías de un débil mercado laboral entre 2000 y 2007, cuando el ingreso medio de los hogares bajó significativamente… la primera vez en el período de la posguerra en que los ingresos no aumentaron en un mismo ciclo económico”, dijo EPI en un análisis. (EFE)