Utilizando un estilo esquivo y superior velocidad de manos, el cubano Guillermo Rigondeaux se recuperó de una caída en el décimo asalto para vencer por decisión unánime al filipino Nonito Donaire anoche en el Radio City Music Hall.
La votación fue 114-111, 115-112 y 116-111 para Rigondeaux, quien mejoró su marca a 12-0, con ocho nocauts. También retuvo su título 112 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y le arrebató al filipino la corona de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en el mismo peso. Donaire cayó en 31-2, con 20 nocauts.
“Yo dije que iba a hacer mi trabajo y lo hice”, comentó Rigondeaux tras la reyerta. “El público que vea esta pelea sabe y puede apreciar el buen boxeo y la buena calidad, y vieron que lo hice lucir como yo quise”.
“Tengo mucho respeto por Rigondeaux, por el buen boxeo que me dio”, dijo por su parte el derrotado Donaire. “Peleó con un boxeo lindo. No hay excusas. Me ganó esta noche. Pienso que fue una pelea bien cerrada. Estoy desilusionado. Pero di todo lo que podía”.
El encuentro entre contragolpistas estuvo escaso de intercambios, lo que le ganó abucheos desde los asaltos intermedios. Ambos salieron cautelosos tras el primer campanazo. Donaire pegó una buena derecha pero momentos después fue sacudido por una relampagueante izquierda del cubano, que lo hizo dar traspiés hacia atrás. Poco después intercambiaron en el centro del cuadrilátero brevemente. Fue una escena que se repitió pocas veces durante los asaltos posteriores.
El filipino abrió el segundo con una derecha arriba y otra abajo. Pero Rigondeaux era más rápido y Donaire se dio cuenta, lo que lo llevó a ser mucho más cauteloso de ahí en adelante.
Rigondeaux salió agresivo en el tercero, mientras que su rival intentaba infructuosamente de imponer su mayor corpulencia. Los golpes escasearon, aunque el filipino atinó una buena derecha. En el minuto de descanso, la urgencia se notó en la esquina del filipino. Su entrenador, Robert García le pidió que comenzara a presionar más.
Donaire le hizo caso. Pero Rigondeaux conectaba más golpes, especialmente su jab derecho. Al final de la vuelta, Nonito alcanzó a su contrario con la diestra. Pero en ningún momento de la reyerta el cubano se quedó dado. Ripostó de inmediato con una recia izquierda que causó el segundo breve intercambio de la velada.
Abucheos
En el quinto, Rigondeaux demostró la maña y técnica con las que ganó dos medallas de oro olímpico y dos campeonatos mundiales aficionados. Con desplazamiento lateral evitaba que su oponente lo arrinconara, y cuando Nonito se acercaba peligrosamente, Guillermo lo amarraba o le agarraba la cabeza. Fue en este asalto que comenzaron los abucheos.
Esto no descarriló al cubano, que continuó navegando el ring con facilidad y evadiendo a su rival más grande pero más torpe. El público continuó quejándose en el sexto, en el que el cubano peleó siempre en retroceso. Donaire pegó un gancho de izquierda al rostro, pero de nuevo Rigondeaux tuvo la última ‘palabra’, respondiendo con dos rectos de izquierda.
Entre asaltos, García le ordenó a Donaire que lanzara con mayor urgencia, pero el filipino buscaba conectar un solo golpe de poder a la vez. Este llegó en el décimo, cuando luego de un agarre Nonito derribó a Guillermo con una corta izquierda cruzada. Rigondeaux lució aturdido pero Donaire no logró rematarlo el resto del asalto.
Para el undécimo, la oportunidad se le había esfumado. El cubano salió como nuevo de su esquina y volvió al boxeo lateral que frustraba una y otra vez al filipino.
En el 12, una izquierda de Rigondeaux le lastimó el ojo derecho a Donaire, quien de inmediato comenzó a retroceder y se tapó el área herida con la mano derecha por lo que quedaba del duelo. Prácticamente tuerto y manco del lado derecho, el filipino entregó el round final.
La derrota de Donaire probablemente echa al traste la potencial pelea con el boricua Juanma López, señalada para septiembre próximo en Puerto Rico.