**Embajadores brasileños, entre ellos el Rey Pelé, dejaron su sabor tropical en el cierre de la clausura.
Río de Janeiro puso sabor tropical a la clausura de Londres 2012 con un rápido repaso a la música brasileña, como aperitivo de la fiesta que prepara para los Juegos Olímpicos de 2016, y sorprendió al llevar como embajador a Pelé.
Brasil convirtió el estadio olímpico de Stratford en un carnaval brasileño con un ejército de 225 bailarines, que salieron al escenario después de que sonara el himno brasileño y de que el alcalde carioca, Eduardo Paes, recibiera la bandera olímpica.
Los ocho minutos de fiesta brasileña comenzaron con la aparición en el centro del estadio de Renato Sorriso, un barrendero famoso en Río porque cada año baila de manera espontánea en el carnaval carioca mientras pasa la escoba por el ‘sambódromo’ en los descansos de los desfiles de las escuelas de samba.
Renato Sorriso, vestido con su habitual uniforme de trabajo naranja y con una escoba en la mano, bailó unos pasos de samba hasta que un “agente de seguridad” intentó expulsarle, pero entonces apareció un torbellino de bailarines para arroparlo.
Entre los bailarines, que usaban ropas luminosas que remitían a los disfraces de carnaval, apareció la cantante Marisa Monte que entonó unos acordes de la canción “Yemanjá”, que homenajea a la diosa del mar en las religiones de origen africano como el candomblé y el umbanda, que tienen un fuerte arraigo en Río de Janeiro.
La ceremonia de clausura también tuvo un homenaje al mejor pop-rock británico.
La ceremonia de Clausura de Londres-2012, al igual que ocurrió en la de Inauguración, fue un homenaje al mejor pop-rock británico con la actuación de grandes estrellas como The Who, George Michael, Spice Girls, Muse, Queen, Ray Davies (Kinks), Oasis o Kaiser Chiefs. (Vea las imágenes de la ceremonia).
Con una puesta en escena plena de ritmo y escenarios en constante cambio, los 80.000 espectadores disfrutaron del repaso sin tregua a buena parte de las canciones más destacadas de las últimas décadas de la música británica, tan internacionalmente reconocida.
El recuerdo a John Lennon fue uno de los momentos memorables de la velada cuando sonó la canción más emblemática en solitario del exBeatle, ‘Imagine’, con una imagen suya en un montaje elaborado expresamente por su viuda Yoko Ono.
Si en la inauguración fue Paul McCartney el que cerró la ceremonia con el inolvidable tema de los Beatles ‘Hey Jude’, para la despedida los elegidos han sido el domingo The Who, la banda de rock más vigorosa que cerró con ‘My Generation’, tema con el que irrumpieron en 1965 y que atacaron con una tremenda fuerza mientras fuegos artificiales iluminaban la capital británica.
Pete Townsend con la guitarra como un hacha y la enérgica voz de Roger Daltrey llenaron de garra e intensidad la noche londinense en una actuación que también incluyó dos temas muy representativos suyos, ‘Baba O’Riley’ y ‘See Me, Feel Me’.
Waterloo Sunset (atardecer en el puente de Waterloo), número uno en las lista británicas en 1967 del grupo The Kinks, es uno de los himnos de la ciudad de Londres y fue recreada por su autor Ray Davies.
Tras una sentida balada soul de Emeli Sandé, la alegría inundó el estadio olímpico con Madness, una de las bandas más representativas del movimiento ska de finales de los 70 que interpretó la pegadiza Our House. Seguidamente, Pet Shop Boys aparecieron para tocar West End Girls, genuino ejemplo del techno pop de los 80.
George Michael, otro de los más aclamados artistas británicos de los últimos tiempos desde su primera época en Wham!, recuperó el nervio para cantar dos claros ejemplos del denominado ‘soul de ojos azules’ Freedom y White Light.
Annie Lennox, la cantante de Euruythmics pero ya con una larga trayectoria en solitario, interpretó Little Bird y uno de los grupos más definitorios del nuevo brit-pop, Kaiser Chiefs, se atrevieron con el clásico del álbum Tommy de The Who, ‘Pinball Wizard’.
No podía falta un reconocimiento a Pink Floyd. El joven cantautor inglés cantó ‘Wish You Were Here’ con Nick Mason, el batería original del grupo británico más definitorio del rock psicodélico.
Uno de los momentos estelares fue la actuación de las Spice Girls, el grupo femenino británico más famoso de todos los tiempos y que se han reunido para esta ocasión especial después de su separación hace cuatro años.
Victoria Beckham, esposa del futbolista David Beckham, Geri Halliwell, Emma Bunton, Mel C y Mel B interpretaron dos de sus mayores éxitos ‘Wannabe’ y ‘Spice Up Your Life’, que cantaron montadas en los típicos taxis londinenses y con la misma fuerza de sus mejores tiempos.
A continuación, Liam Gallagher recreó en una versión acústica y orquestada la canción más famosa con Oasis, ‘Wonderwall’. Jessie J, nueva figura de la música de baile, había hecho mover con anterioridad el cuerpo a los presentes con la contagiosa ‘Price Tag’, justo después de una dosis de house del dj Fatboy Slim y antes de un dueto rapero entre Tinie Tempah y Taio Cruz.
Muse, una de las bandas con mayor gancho del momento, interpretó el tema oficial de los Juegos, ‘Survival’, y después unas imágenes de recuerdo a Freddie Mercury sus compañeros de Queen, el guitarra Brian May y el batería Roger Taylor se despacharon con la cruda Brighton Rock para enlazar con la inmortal ‘We Will Rock You’, en la que se unió Jessie J. para hacer una interpretación desgarrada envuelta en un pesado ritmo.
El pop comercial de ‘Take That’ precedió a la actuación de The Who, pero antes los organizadores quisieron también tener un reconocimiento a David Bowie, otro de los artistas más influyentes en la música de los últimos 40 años, con una sucesión de imágenes y sus canciones más famosas.
A continuación, unos bailarines, vestidos con ropas luminosas que recordaban a los collares y las coronas que usan algunos indios brasileños, danzaron una música de percusión con alusiones a los ritmos tradicionales de los pueblos nativos.
El rapero BNegão animó la fiesta con unas estrofas de una canción de ‘maracatú’, un animado estilo musical del noreste de Brasil, mientras unos bailarines hicieron unos pasos de capoeira, la mezcla de danza y lucha libre que los esclavos exportaron de Angola y Mozambique al país suramericano.
El cantautor Seu Jorge hizo su aparición, vestido con un traje blanco y pajarita dorada, para cantar ‘Nem vem que não tem’, tema del filme ‘Ciudad de Dios’ en el que él mismo actuó.
Junto a Seu Jorge bailó la modelo Alessandra Ambrosio, que aportó la gotita de sensualidad a la fiesta, mientras sonaban unos acordes de ‘funk carioca’, un ritmo que hace furor entre la juventud brasileña. Para finalizar, los cantantes entonaron la célebre canción ‘Aquele abraço’, del fallecido Tim Maia, y que es considerado como un himno oficioso de Río de Janeiro por su letra que alaba la icónica ciudad y que cualquier brasileño se sabe de carrerilla.
Entonces, en el colofón de la fiesta apareció por sorpresa Pelé, el rey del fútbol brasileño, que estaba oculto bajo una gabardina para que no se le conociera.
Pelé se descubrió y lució la camiseta amarilla de la selección brasileña de fútbol y se fundió en un abrazo con el barrendero Renato Sorriso.
Para finalizar se irguió el símbolo de Río 2016 en el centro del estadio de Stratford, antes de pasar a los discursos del presidente del COI, Jacques Rogge, y del comité organizador de Londres 2012, Sebastian Coe.
La fiesta brasileña tenía como motivo el “abrazo multicultural” que Brasil prepara a los turistas y deportistas en 2016 y fue ideada por el cineasta Cao Hamburger y la directora de escenografía Daniela Thomas. (EFE)