18 de mayo de 2024 11:52 PM

Imperativo invertir en las escuelas de Broward y Miami Dade

Cuando el entrenador de baloncesto Cleve Roberts llevó a jugar hace pocos años a un equipo de Miami Norland a Miami Jackson Senior High, encontraron una nueva instalación de $70 millones con cristales relucientes y recién pintada.

“Uno de mis jugadores se bajó del ómnibus y dijo: ‘Esto parece una escuela ‘A’ de verdad’ ”, recordó Roberts.
En Norland, hay un pasillo que huele como si fuera un baño. Detrás de uno de los edificios, una tubería se filtra creando un charco en que nacen mosquitos. Algunos maestros se quejan de que sus aulas apestan a humedad.
Durante más de cinco años, Miami Norland ha esperado por un nuevo recinto escolar de $69 millones. Roberts cuenta otras cuatro escuelas que han remodelado o reemplazado sus edificios, como Carol City Senior High, a tres millas y media de distancia.

“Somos los últimos en la lista de los peores”, declaró Roberts. “Siempre hay un estándar muy alto para la educación, pero esto es lo que ellos ofrecen a nuestros muchachos. No sé de quién es la culpa”.
Broward SchoolsLa culpa es del desplome inmobiliario, la recesión y la decisión de los votantes de reducir el número de estudiantes por aula, todo lo cual contribuye a la escasez de fondos para las escuelas. Miami Norland tiene problemas que se pueden encontrar en todo el sistema de escuelas públicas del sur de la Florida.
Miami-Dade, el cuarto distrito escolar en tamaño de la nación, está arruinado en términos de capital, según su director de finanzas, y tiene al menos $1,700 millones en sus registros en necesidades de capital no cumplidas y mantenimiento diferido para sus escuelas e instalaciones.

En Broward, el sexto distrito escolar en tamaño del país, hay $1,800 millones en necesidades sin cumplir para sus instalaciones.
En ambos distritos, las escuelas tienen equipos de aire acondicionado viejos, sistemas eléctricos vencidos que no cumplen con las necesidades de la alta tecnología, salideros en las tuberías, la pintura descascarada y techos envejecidos.

La mitad de las escuelas de Dade tienen 40 años o más. Más de un tercio tienen más de 50 años. Las escuelas que fueron construidas durante el último boom de construcción, en los años ’70 y principios de los ’80, necesitan reparaciones. En Broward, cerca del 40 por ciento de las escuelas se construyeron antes de 1970. No se trata del aspecto cosmético. El desgaste en las aulas puede obstaculizar el aprendizaje de los estudiantes, como cuando un ruidoso equipo de aire acondicionado no deja escuchar a un maestro. La pintura descascarada alrededor de las ventanas puede permitir la entrada de agua y debilitar una estructura. Y, ¿qué hacer cuando se rompe el aire acondicionado en un aula sin ventanas?

“Es un peligro para la propia vida”, dijo el director de instalaciones de Dade, Jaime Torrens. “No se trata sólo de que va a ser incómodo, de que va a ser desagradable. No, no, no se puede dar clases en una escuela sin ventanas y sin aire acondicionado”.

Pero la mayor preocupación de Torrens es la igualdad.

“Tenemos nuevas escuelas en las que los estudiantes tienen acceso a la mejor tecnología, y donde los maestros tienen las herramientas pedagógicas más recientes, y al otro lado de la calle tenemos una escuela de 60 ó 70 años que, con suerte, tendrá dos o tres computadoras en un aula, ningún SmartBoard, ningún equipo de audio, y un aire acondicionado que hace tremendo ruido”.

En Broward, una demanda federal del 2000 expuso problemas de desigualdad de gastos entre las escuelas más nuevas en la parte occidental del condado y las escuelas más viejas en el este. Aunque el distrito ha vigilado desde entonces los gastos para asegurar la igualdad, algunos padres afirman que la crisis presupuestaria ha obstaculizado la restauración de las escuelas más viejas.Palmetto School

“Todavía hay diferencias que saldar”, comentó Roland Foulkes, presidente del comité de diversidad del distrito escolar de Broward.
En el tope de la lista de la tarifa de casi $2,000 millones del distrito Dade: equipos viejos de aire acondicionado; sistemas eléctricos vencidos; y todo lo que compone la armazón de un edificio: las ventanas, los techos, la pintura, etc. Esto incluye $463 millones para mejoras de los edificios, como techos y ventanas. Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado necesitan un total de $332 millones. Los problemas eléctricos, incluyendo la seguridad contra incendios, añaden otros $293 millones, y las tuberías, $275 millones. El distrito está poniendo al día la inspección de reparaciones y mantenimiento necesarios, que se hace cada cinco años.

Entre las cosas más importantes en la lista de Broward están $472 millones para reemplazo de edificios, $118 millones para renovaciones de cocinas y cafeterías, $111.4 millones para ampliación de las aulas y $59.3 millones para equipos de seguridad como aspersores y alarmas contra incendios.
Ambos distritos se mantienen resolviendo problemas que amenacen la vida o la seguridad de los estudiantes.

Pero en marzo del 2010, las rajaduras en las paredes y columnas de concreto de North Dade Middle causaron una emergencia. Unos días antes de la fecha de los FCAT, funcionarios cerraron la escuela de Opa-locka debido a preocupaciones sobre la integridad estructural de varios de sus edificios, que estaban agrietados. Los 700 estudiantes tuvieron que mudarse a otra escuela. Ahora estudian en los edificios más viejos de Carol City Senior High. El distrito todavía está trabajando en North Dade Middle. La escuela, algunos de cuyos edificios datan de 1957, había sido programada para ser demolida y reemplazada para el 2011. Torrens dijo que la escuela abrirá de nuevo este año con aulas, cafetería, oficina principal y áreas de recogida nuevas.

No cree probable que peligros de este tipo amenacen a otros recintos escolares. “Eso podría ocurrir en cualquier momento, pero no espero ese nivel de deterioro en nuestras escuelas. Uno escucha que las escuelas se están cayendo a pedazos, sí, se están cayendo a pedazos, pero no vamos a permitir que los estudiantes estén en un edificio que no sea seguro”.

American Senior High, Miami Norland Senior High, Hialeah Senior High y M.A. Milam K-8 Center son las que necesitan más trabajo, según los registros del distrito escolar.

Los trabajadores de mantenimiento se preocupan de que problemas pequeños se conviertan en problemas mayores, especialmente con menos personal en sus departamentos. En abril del año pasado, el distrito cesanteó a 200 empleados. Broward ha perdido más de 600 empleos de este tipo en los últimos cinco años.
Eso significa que hay menos personas para llevar a cabo el mantenimiento de rutina, explicó Chuck Burdeen, director ejecutivo de la Asociación de Administradores Escolares del Condado Miami-Dade. Por ejemplo, chequear los árboles en los recintos escolares. Los árboles viejos pueden caerse y causar daños o lesiones personales. En los últimos meses, se han caído árboles en Coral Terrace Elementary, la escuela de educación para adultos English Center y Southwest Miami Senior High.

“Nos preocupa que alguien pueda sufrir lesiones graves”, comentó Burdeen y agregó: “Si nos dieran el dinero mañana, no podríamos hacer el trabajo porque no tenemos ese personal”.
En los días de lluvia, en Stranahan High School de Fort Lauderdale, una escuela de 60 años de construida, los estudiantes caminan con cuidado por los pasillos, evitando un verdadero mosaico de goteras.

Los conserjes de la escuela bombean lagunas de agua de la cafetería y el auditorio, y a veces quitan tejas del techo y se ponen a secar en un almacén, por miedo a que absorban demasiada agua y se caigan.
Construida en 1951, Stranahan estaba en fila para recibir una renovación por $22 millones en el 2010, pero el proyecto, junto a cientos de otros en Broward, fue dejado de lado ese mismo año.
“¿Cómo mantenemos las cosas funcionando?”, dijo la directora, Deborah Owens. “Con cinta aislante, en la mayor parte de las ocasiones. Hemos estado apuntalándolo todo, para poder funcionar”.

En el 2006, Miami Norland recibió un gimnasio nuevo. Pero fue este año que el distrito separó $500,000 para el diseño del nuevo recinto escolar. El gimnasio nuevo ya tiene problemas. Los marcos de las puertas muestran rajaduras en la tabla roca. Se han puesto placas de metal en las paredes para que las graderías, demasiado anchas, no las arañen cuando son sacadas para los juegos.

“Si se mira nuestro plan para cinco años, cinco años atrás, Norland debía haber tenido una escuela nueva a estas alturas, si hubiéramos tenido el dinero para hacerlo”, declaró Torrens. “Nuestra intención fue siempre hacerlo. Reconocemos la necesidad que existe. Hemos estado poniendo parches en todos lados”. (The Herald)

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